PEDIR PERDON Y PERDONAR
Este texto vale para padres, hijos, abuelos, en nuestra faceta familiar, personal o laboral. Perdonar y pedir perdón son dos actitudes que esconden mucho más que facilitar la convivencia. Al conocer nuestros límites, crecemos como personas y establecemos nuestros campos de mejora. Al perdonar las imperfecciones de los demás, trabajamos la generosidad y la empatía al mismo tiempo que revisamos nuestros propios comportamientos. El perdón, tanto pedirlo como concederlo, va mucho más allá de una mera norma de cortesía. La palabra «perdón» nos ayuda a crecer como personas y a dar cada día nuestra mejor versión sin que nos pesen los errores del pasado, ni los nuestros ni los de los demás. 1.Pedir perdón supone conocernos mejor. Al pedir perdón estamos consiguiendo una imagen más realista de lo que somos y lo que damos, de nuestros errores y aciertos. Eso nos ayuda a conocernos mejor y a saber cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades. Si nos conocemos, comprendemo...