COMPARTO, LUEGO EXISTO......
“Vivimos un momento robótico”, declara Turkle a The New York Times . “Y no porque hayamos inventado máquinas capaces de amarnos o de preocuparse por nosotros, sino porque estamos dispuestos a creer que lo hacen”. “Las conexiones digitales y los robots sociales nos dan la sensación de estar en compañía sin las exigencias de la amistad”.