PACIENCIA DE LOS PADRES
Las mujeres, sobre todo aquellas que trabajan y llevan en su mochila los problema s laborales del día, reconocen que viven la vida a mil por hora, que no les da tiempo a llegar a todo. Los hombres también se quejan de que las horas del reloj pasan demasiado rápido, lo que aumenta su sensación de estrés. Lo peor de estas situaciones es que muchas veces, cuando llega el momento de entrar en casa y disfrutar de los hijos , aún quedan muchas cosas por hacer : los deberes, los baños, la lavadora, la cena... Seguro que la historia os suena.