CADA VEZ MÁS CERCA........
Con su beatificación, la Iglesia propone a todos los católicos un nuevo modelo y un nuevo intercesor. En este sentido, «don Álvaro ya no nos pertenece sólo a los miembros del Opus Dei o a quienes le hemos conocido de cerca, sino que pasa a ser patrimonio universal de toda la Iglesia», afirma su Vicepostulador. Por eso, el nuevo Beato propone al hombre y la mujer del siglo XXI una vida metida en Dios, como lauya propia: «En la conversación, don Álvaro incluía a Dios de manera natural, y así te llevaba a ver las cosas con una luz sobrenatural, de manera que así se veían de otro modo. Él incluso trabajaba metido en Dios; se podría decir que el trabajo lo hacían Dios y él, y tenía una paz adquirida fruto de la oración. Pienso que los hombres de hoy necesitan que los cristianos aparezcamos ante ellos de esta manera, contagiándoles a Dios, a Quien llevamos dentro», continúa Martín de la Hoz.