INDIFERENCIA ANTE EL HORROR DE AFRICA......
Hoy, la mujer congoleña víctima de los conflictos armados, violentada y violada, ha perdido toda su dignidad y vive en la deshonra. Ella, cuyos órganos genitales fueron sometidos a los ultrajes más viles, condenada a la esclavitud sexual y rechazada por su propia comunidad, lleva 18 años sufriendo: 18 años de tortura, 18 años de destrucción, 18 años de huida errante y desplazamiento, 18 años de pobreza extrema. Los niños nacidos de esta atrocidad que es la esclavitud sexual en tiempos de guerra, son a su vez víctimas de violaciones cuando son niñas, y reclutados a la fuerza en las bandas armadas cuando son niños: un círculo vicioso de sufrimiento y desolación que pone directamente en peligro el futuro de la nación congoleña, a causa de los miles de niños sin educación y traumatizados por los horrores de la guerra. Estas eran las palabras que pronunció ayer Caddy Adzuba, en los Premios Príncipe de Asturias, eran impactantes por la fuerza, la pena, el desgarro