LECCIÓN DE VIDA......
Ganó en el Festival de Berlín el premio a la mejor ópera prima y arrasó en el Festival de Málaga, donde, de paso, confirmó que es la mejor película española del año. Estamos hablando de Verano 1993 , la primera película de Carla Simón, una joven cineasta catalana que cuenta un duro episodio autobiográfico: la pérdida de sus padres a los 6 años, víctimas del sida. La cinta es una lección de cine y de vida. Rodada con mimo, a la altura de los ojos y del corazón de una niña y sin caer, ni de lejos, en la sensiblería, el sentimentalismo o el dramatismo. Un alarde de contención, que no es, ni mucho menos, frialdad. Es un simple y desgarrador retrato de lo dura y al mismo tiempo esperanzadora que puede ser la vida de un niño cuando se enfrenta con la muerte. Porque de eso habla Verano 1993 : de la infancia y de la muerte, de los poderosos lazos familiares y del peso de la pérdida. Y habla con un radical realismo, con una naturalidad desnuda, con un verbo tan verdadero, tan humano