chispa va contigo

Agosto,  cuando  piensas  en  este  mes,  primero  tantas  fiestas  que  hay  en  ciudades,  pueblos,  aldeas,  y  todas  ellas  dedicadas  a  la  Virgen. Y luego ves  el  movimiento  de  gentes  deseosos  de  coger  estas  vacaciones,  que  salen  de  España....con  lo  bonita  que  es  nuestra  España,  

En  este  andar  por  las  calles  de  las  ciudades,  coincidimos  con  muchas  personas  y  variadas,  dado  que  nuestras  ciudades  son  multiculturales,  con  lo  cual  vemos  personas  de  otras  razas. Da  igual  que  andes  por  la  calle,  que  vayas  en  coche  y  pares  en  un  semáforo y  te  fijes  en  el  coche  de  al  lado,  que  bajes  al  metro,  que  cojas  el  autobús,  que  entres  en  una  Iglesia,  que  vayas  a  un  espectáculo,  que  veas  gente  sentada  en  una  terraza....... así  una  lista  larga,  larga,  porque  si  entras  en  un  hospital  aquí  sí  que  hay  historias.

Carlos  Herrera,  periodista  que  yo  diría  sirve para  todo,  y  sobretodo  es  capaz  de  sacar  risas  y  sonrisas,  que  en  estos  tiempos  es  muy  importante,  que  sabe  decir  lo  que  hay  que  decir.....lo  encontramos  por  estos  caminos.....como  dicen  en  Andalucía  "Buena  gente". He  encontrado  esta  entrevista,  en  su  habitual  "Camino  de  Santiago"  el  cual  es  duro, con  sus  caminos  más  suaves,  y  otros  donde  uno  tiene  que  poner  toda  su  energía  para  culminarlo. Es  un  viaje  a  la  interioridad de  la  persona,  donde  se  reencuentra  consigo  misma  y  con  Dios.

Y qué importancia puede tener lo que piensen o lo que digan cuando la opinión más importante es la tuya? Digo, eres tú quien más sabe de ti y quien está a cargo de tu vida. Las personas que confían en sí mismas no se distraen tanto con las reacciones de los demás.   No permitas que esas reacciones te dicten cómo has de sentirte contigo misma .

Dicen que ser reportero de guerra es lo mejor, profesionalmente hablando, que te puede suceder cuando eres periodista. De hecho, "muchos estudiamos la carrera de periodismo con ese fin". Pero detrás de esa ilusión, se esconde una terrible realidad: hay que jugarse la vida para poder trabajar.