NUESTRA VIDA ES TESTIMONIO
En la vida a veces tenemos la sensación de que estamos en juicio (y a veces lo estamos) sin saber de qué se nos acusa. Se multiplican las sentencias, las condenas y los juicios. A menudo también suceden en lugares donde no nos hubiéramos imaginado, donde incluso pensamos que estábamos protegidos o amados. Nuestra vida siempre habla: con nuestros gestos, con nuestros silencios, con nuestras miradas; hablamos. Nuestra vida es inevitablemente un testimonio y una referencia para los demás. Siempre estamos diciendo algo y somos responsables de ello. 1. LA PRUDENCIA Es peligroso tener que volver cada vez para justificarnos diciendo, ¡pero no quería decir eso! Por eso necesitamos expresarnos con prudencia, no solo con las palabras, sino más aún, con los gestos y con las elecciones que hacemos. De lo contrario, mientras nos creemos testigos o jueces, de repente nos damos cuenta de que nos hemos convertido en acusados. Si vemos algo estamos llamados a ...