ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERANZA
La
conversión puede llegar gracias a un gran acontecimiento que te cambia la vida,
pero también por pequeños acontecimientos diarios, en los que descubrimos que
todavía hay mucho que cambiar y mejorar. Y esto es lo maravilloso de la vida
cristiana que, en cada tropiezo, puedo levantarme y comenzar de nuevo. En cada
caída, puedo decir: ¡Ahora comienzo!
¡No tengáis miedo! Cristo conoce “lo que hay dentro del hombre”. ¡Sólo
El lo conoce!...
Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo
profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el
sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se
transforma en desesperación. Permitid, pues, —os lo ruego, os lo imploro con
humildad y con confianza— permitid que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene
palabras de vida, sí, de vida eterna! (Beato Juan Pablo II)
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