¿PORQUÉ TENGO QUE IR A MISA SI NO TENGO GANAS?
¡¡¡¡Un propósito para 2014: no faltar a misa!!!!!!! |
«¿Para qué ir a misa? ¡Si no tengo ganas!»: conozca la respuesta, muy lógica, del padre Loring El jesuita Jorge Loring, que falleció el pasado día de Navidad a los 92 años de edad, se hizo famoso por sus respuestas directas a preguntas directas. A lo largo de su vida vio como se reducía el porcentaje de personas que asistían a Misa los domingos. En su opinión, tenía más que ver con la ignorancia que con la pereza io la falta de fe. En su libro "Anécdotas de una vida apostólica" (De Buena Tinta), explica cómo respondía a la pregunta "¿por qué me piden ir a misa, si no tengo ganas?" Lo reproducimos aquí. Por qué hay que ir a misa, por Jorge Loring, sj Es de pena la tremenda ignorancia religiosa que hay sobre el valor de la Santa Misa. Muchos dicen que no van a Misa porque no sienten nada. Están en un error. El cristianismo no es cuestión de emociones, sino de valores. Los valores están por encima de las emociones y prescinden de ellas. Una madre prescinde de si tiene o no ganas de cuidar a su hijo, pues su hijo es para ella un valor. Quien sabe lo que vale una Misa, prescinde de si tiene ganas o no. Procura no perder ninguna, y va de buena voluntad. La voluntad no coincide siempre con el tener ganas. Tú vas al dentista voluntariamente, porque comprendes que tie nes que ir; pero puede que no tengas ningunas ganas de ir. Algunos dicen que no van a Misa porque para ellos eso no tiene sentido. ¿Cómo va a tener sentido si tienen una lamentable ignorancia religiosa? A nadie puede convencerle lo que no conoce. A quien carece de cultura, tampoco le dice nada un museo. Pero una joya no pierde valor porque haya personas que no saben apreciarla. Hay que saber descubrir el valor que tienen las cosas para poder apreciarlas. Otros dicen que no van a Misa porque no les apetece, y para ir de mala gana, es preferible no ir. Si la Misa fuera una diversión, sería lógico ir sólo cuando apetece. Pero las cosas obligatorias hay que hacerlas con ganas y sin ganas. No todo el mundo va a clase o al trabajo porque le apetece. A veces hay que ir sin ganas, porque tenemos obligación de ir. Que uno fume o deje de fumar, según las ganas que ten- ga, pase. Pero el ir a trabajar no puede depender detener o no ganas. Lo mismo pasa con la Misa. El cumplimiento de las obligaciones no se limita a cuando se tienen ganas. Lo sensato es poner buena voluntad en hacer lo que se debe. Muchos cristianos no caen en la cuenta del valor incomparable de la Santa Misa. En la misión de Torrevieja (Alicante), los misioneros nos alojábamos en un hotel. Yo hablaba en el casino a la juventud mayor de dieciséis años. Durante la comida nos dijo el padre Pardo: —Hoy les he dicho a los estudiantes una cosa que les ha hecho impacto. —¿Qué? —Hablando del valor de la Misa les he dicho que si a mí me dieran un millón de pesetas para que dejara la Misa, dejaría el millón, no la Misa. ¡Pusieron unas caras de admiración! Y yo le dije: —¡Magnífica idea! Yo haría lo mismo. Unos días después al decir yo esto en unas conferencias que estaba dando en Écija, el millón me pareció poco, y dije: diez, cincuenta, cien, mil millones, ni por todo el oro del mundo dejaría yo de decir una sola Misa. Repartiendo mil millones de pesetas yo podría hacer mucho bien: pues ayudo más a la humanidad diciendo una Misa; pues los mil millones de pesetas tienen un valor finito, y la Santa Misa es de valor infinito.Cuando sabes lo que vale una Misa, no te importan los sacrificios que tengas que hacer por no perderla.
PROPÓSITO BUENÍSIMO PARA EL 2014!!!!! Y SI PUEDES IR EN FAMILIA MEJOR!!!!!!
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