EN LA GRAN FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
Cuando visitamos los Belenes, sabemos que lo más importante y lo que vamos buscando es esa Sagrada Familia, compuesta por el Niño Jesús, la Virgen y San José. Ahí dedicamos tiempo a observar los distintos modos en que se han esmerado esas personas en escenificar esa escena.
No concebimos sólo al Niño, sus padres tienen que estar con El porque así lo quiso Dios, conformar una Familia igual a la que tenemos los hombres en la tierra.
Luego nosotros, a través de ese zarpazo del "pecado original" vamos desvirtuando la familia, y se cometen los mayores desastres, al no quererse los padres (sólo porque no saben vivir una virtud importante y que envuelve ese pesebre, que es la humildad) yo quiero, yo esperaba, yo no soporto estar sin libertad, tiene estos defectos, ......yo no encuentro la felicidad que pensaba......yo, yo, yo.......
Y adiós familia!!!!! adiós a esos hijos concebidos que se quedan sin el sabor de esa familia unida, que necesitan tanto al padre como a la madre juntos.
"la sencillez de la vida de la Sagrada Familia es un ejemplo que hace tanto bien a nuestras familias, las ayuda a convertirse cada vez más en comunidad de amor y de reconciliación, en la que se experimenta la ternura, la ayuda recíproca, el perdón recíproco." dice el Papa Francisco.
Toda convivencia implica sacrificio, aunque también lleva aneja la existencia de buenos momentos; no se puede pretender vivir en familia sin amor y no se puede pretender amar sin aceptar la cruz; además, si se elige no vivir en familia, hay que tener en cuenta que también ahí hay sacrificios, el de la soledad por ejemplo.
Hay que decidirse a amar sin pensar en uno mismo, amar perdonando, amar pensando en los hijos que lo esperan todo de sus padres....
Eso es lo que vamos a pedir mañana, en esta gran fiesta de la Sagrada Familia, recuperar los valores maravillosos de la vida en familia, del amor, la ternura, el sacrificio, la alegría, la paz.....que tantas cosas no nos la pueden dar.
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