VICTIMAS DEL ODIO
La intolerancia es un fenómeno cultural: un grupo es ridiculizado a través de estereotipos, se le representa como malvado, corrupto, un obstáculo para la felicidad y el progreso. Obviamente, la libertad de expresión y la libertad del arte son importantes. Sin embargo, algunas obras de arte pueden convertirse en un instrumento de la intolerancia: pensemos en la imagen de los judíos en el arte de los nazis. No todas las obras de arte críticas hacia la religión son intolerantes.
La tercera etapa de la espiral de la intolerancia lleva de la discriminación a la persecución y a los crímenes de odio. Si un grupo u organización es malvada, y la discriminación no es suficiente para detenerla, ¿por qué extrañarse si los extremistas deciden hacer justicia por su cuenta y pasan a la violencia?
Hoy en día, los crímenes de odio contra los cristianos no se cometen solo en África y Asia. El Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los cristianos, de Viena, documenta cientos de casos cada año: iglesias profanadas, imágenes destruidas o decapitadas, sacerdotes, monjas y obispos atacados.
Femen es un
Uno de los casos movimiento feminista –y fuertemente anticristiano– fundado en Ucrania en 2008. Femen es conocido por ataques a iglesias católicas (como Notre Dame de París en 2013), a obispos (como el español cardenal Rouco Varela en 2014) y a símbolos religiosos (Kiev 2012: destrucción de la cruz erigida en memoria de las víctimas de Stalin). Muchos cristianos –e incluso muchos musulmanes, ya que Femen ataca también al islam– creen que Femen viola sistemáticamente su libertad religiosa. Otros las defienden en nombre de la libertad de protesta. Estos casos muestran lo difícil que es encontrar un equilibrio entre los diferentes derechos: la libertad de religión, libertad de expresión, la libertad de manifestación y protesta. Ciertamente, la libertad religiosa no puede ser sacrificada en nombre de otros derechos, por muy importantes que sean.
La espiral intolerancia-discriminación-crímenes de odio afecta a muchos grupos. En la Alemania nazi, los judíos fueron primero ridiculizados con las caricaturas, y a continuación, discriminados por las Leyes de Nuremberg. Así, al final, se llegó a Auschwitz. Luchar contra la discriminación a los romaníes es una actividad fundamental para la OSCE. En muchos países, empiezan por ser objeto de intolerancia a través de los estereotipos (“son todos ladrones”), y después afectados por las leyes (pasaportes especiales, dificultades en la obtención de documentos), y con frecuencia son también víctimas de crímenes de odio.
Sabemos que los crímenes de odio contra los cristianos a menudo no se denuncian y se subestiman en los documentos y en las estadísticas de las organizaciones internacionales. El diálogo interreligioso desmiente el tópico de que las religiones son responsables de la mayoría de los problemas del odio y la violencia. Ciertamente las religiones en su historia no han sido siempre ajenas al problema de la violencia. Pero más a menudo han sido y son parte de la solución. En algunos países, además, todas las religiones fueron perseguidas por los regímenes totalitarios. Y la persecución les enseñó a convivir, a un “diálogo de la sangre”.
.El diálogo y las políticas de prevención de los crímenes de odio deben tener en cuenta la historia y las tradiciones específicas de cada país. Y evitar dos extremos: el fundamentalismo, donde una religión discrimina a las minorías religiosas y a los no creyentes, y el laicismo, donde un clima de hostilidad anti-religiosa lleva a la intolerancia respecto a todas las religiones.
El Pontífice San Juan Pablo II (1920-2005) escribió que fe y razón, son como dos alas, ambas necesarias. Si se intenta volar con una sola ala, el avión se estrella - metafórica y literalmente, como ha demostrado la tragedia del 11 de setiembre de 2001.
El diálogo armonioso entre fe y razón, como también entre las distintas religiones y entre creyentes y no creyentes se presenta cada vez más como la clave para prevenir y combatir los crímenes de odio.
El Papa Francisco, nos hace rezar por tantas personas victimas del odio, que ya recorren medio mundo, contra los cristianos, y a menudo no se denuncian y se subestiman en los documentos y en las estadísticas de las organizaciones internacionales.
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