¿SABES DIALOGAR?


En todos los planos de la vida es fundamental saber dialogar y hacer el intento por enriquecer este acto.

Se necesita dialogar consigo mismos para tener claro lo que se tiene y trabajar por alcanzarlo.




Es importante saber dialogar para poder contarle a Dios las penas, darle gracias por lo que concede diariamente y aprender a aceptar la vida con todo lo que trae.

El diálogo en pareja es la herramienta con la que se puede lograr total comprensión, incluso por ahí dicen ‘no hay que casarse con quien no se puede dialogar’.

En el plano de los negocios, sea con los hijos para llegar a acuerdos con ellos o en el trabajo para solucionar problemas, dialogar es un acto con el que todo se puede lograr.

“El diálogo es el que nos permite establecer contacto con las demás personas; es la mejor herramienta de comunicación cuando la sabemos utilizar y nos ayuda a conseguir no sólo éxito sino también la tranquilidad de saber que no hacemos conjeturas ni sacamos conclusiones sin haber escuchado las partes”, afirmó la psicóloga, Adriana Rojas.

Pero para poder dialogar lo primero que se debe hacer es aprender a escuchar.


Escuchar,  incluso  con  la  mirada,  que  presta  atención  al  sonido  de  las  palabras,  que  nos  indican  si  aquello  afecta, alegra, pide consejo,  relata una situación....... no  cortar  esa  conversación,  dejar  hablar.

“No se puede lograr un diálogo con una persona que no sabe escuchar; es fundamental aprender a hacerlo de esta manera porque de lo contrario sólo tendremos a un hablador que funciona como una máquina reproductora de palabras pero en el que jamás encontrarás un amigo”, dijo la Psicóloga.

Y es que escuchar es una palabra que abarca mucho más que ponerle el oído a lo que alguien está hablando.

Incluso puede llegar a ser tan complejo que no todo el mundo logra hacerlo.

“Escuchar es asimilar lo que está diciendo el otro, participar en lo que nos está contando siendo interactivo con él, y hacer algo que para muchas personas es difícil que es ponerse en su lugar, intentar ponernos en su sitio, con su situación y su entorno; preguntarnos cómo nos sentiríamos para no juzgar y en ese caso poder dar un consejo u opción de solución acorde a las circunstancias”, señaló Rojas.

“Dialogar es dar y recibir, enseñar y aprender, lo cual sólo se alcanza escuchando”, agregó.

Con la capacidad de diálogo y escucha mejoran todas las relaciones.

Sólo con diálogo se logra comunicación y de ahí se fortalecen los vínculos de afecto.

En el caso de la familia por ejemplo, es más fácil que todos sigan las normas y asimilen las informaciones cuando se dialoga y se comunica; es así como se logra que se obedezcan reglas,  se dan mensajes consistentes y no contradictorios, escuchar con atención e interés, crear un clima emocional que facilite la comunicación,  pedir el parecer y la opinión a los demás, expresar y compartir sentimientos, entre otras cosas que facilitan más la vida y la convivencia.

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