EL PERIODISMO EN LAS REDES SOCIALES...CONFUNDEN
En los últimos meses, el mundo occidental ha asistido a dos hechos políticos de gran impacto: el Brexit y la nominación de Trump como candidato republicano a la Casa Blanca.
Por lo que respecta al Brexit, las declaraciones de Nigel Farage en sus primeras reacciones al resultado podrían haber causado un gran escándalo. Sin embargo, el reconocimiento de que, una vez fuera de la Unión Europea, Gran Bretaña no dispondría de los millones de libras prometidos para su sistema sanitario no parece que haya tenido mayores consecuencias.
Y si Trump insiste en que Obama es uno de los fundadores del Estado Islámico tampoco parece que genere un revuelo especial. Episodios como estos han suscitado un debate en los medios de comunicación, una discusión que en buena parte trata sobre el papel de los mismos medios. ¿Cómo ha podido suceder?, se preguntan los periodistas. ¿Hasta dónde llega nuestra responsabilidad? ¿Somos culpables?
Creo que ésto forma parte de la ética profesional, de la cual ( en mi opinión) cada vez carecen mas los periodistas.......
La mentira, el sensacionalismo, la demagogia... ha existido siempre y los políticos la han utilizado, la novedad ahora consiste en que ha desaparecido la tensión: se reconoce que se ha mentido como si tal cosa y, además, el público lo acepta sin mayores problemas.
Los públicos, que cada vez más se informan a través de plataformas digitales y, dentro de las cuales, las redes sociales Políticos que apelan a los sentimientos, medios sedientos de clics y públicos que se informan con lo que decide un algoritmo: esta parece ser la nueva realidad. Ahora bien, ¿qué es lo que ha pasado para que se diera este cambio?
La pérdida de confianza en las instituciones que soportan su infraestructura [de la verdad social] y los profundos cambios en la forma en que el conocimiento sobre el mundo llega al público.
Todo es presentado al mismo nivel, con lo que se mezclan informaciones relevantes y fiables con otras que quizá no son ni una cosa ni otra. Por otro lado, se da un cierto determinismo en la selección de las informaciones: un periódico tiene margen de decisión para ser más o menos partidista a la hora de escoger las noticias; pero las redes sociales tienen en su ADN ofrecer unas recomendaciones cada vez más personalizadas. Cuanto más interactúe el usuario en la plataforma –y esta vaya perfeccionando más su algoritmo–, los contenidos serán cada vez más afines a su ideología e intereses.
El análisis muestra que los usuarios tienden a comunicarse con otros de su mismo bando y que, por lo tanto, cada conversación tiene un determinado tono y un enfoque propio sobre esa acción . Las interacciones entre estos círculos son escasas, con lo que se crea un efecto de echo chambers o cajas de resonancia. Según diferentes estudios, las plataformas digitales facilitan la tendencia natural de las personas a agruparse con sus iguales.
El poder creciente de las redes sociales ha tenido un impacto fuerte en la relación de los ciudadanos con la información, pero también en los mismos medios.
La revolución digital ha debilitado a los medios pero también ha introducido a los periodistas en una conversación más amplia donde pueden interactuar con su audiencia y conocerla de una forma directa.
“La tecnología y los medios no existen aisladamente –ayudan a configurar la sociedad, de la misma manera que estos a su vez son modelados por ella. Esto significa comprometerse con las personas como actores cívicos, ciudadanos, iguales. Se trata de hacer rendir cuentas al poder, de luchar por un espacio público, y de asumir la responsabilidad de crear el tipo de mundo en el que queremos vivir”.