LO QUE TRANSMITEN LOS COLORES
¿Cuál es tu color preferido? Ahora puedes saber qué mensajes recibes con él y qué transmites cuando lo empleas-
La Neurociencia nos explica qué ocurre en nuestro interior. Cada color “habla” al cerebro de distinto modo. Cada tono impacta en las neuronas de un modo particular, en un área más que en otra, según queda constancia en distintas pruebas: resonancia magnética, encefalograma…
El resultado es que hay una percepción de los colores que nos hace sensibles a sus diferencias. Esa percepción se gesta en la retina y se transforma en información una vez captada y procesada por el cerebro.
La percepción de cada color nos hace identificarnos con unos más que con otros y eso se refleja en el modo en que nos relacionamos con el exterior. Los colores dan vida mucho más allá de la moda.
Están presentes en los alimentos (¿te comerías un plato azul?), en la decoración (cambia el color de la colcha y habrás cambiado tu dormitorio), en la arquitectura(por algo los palacios de ensueño se pintan de dorado), en el diseño, en la publicidad (pongamos, por ejemplo, los colores de Easyjet -agresivos como sus campañas de precios- ante los de Nestlé -que nos indican higiene y protección), en la automoción (díselo a los de Ferrari: su rojo es distintivo, a pesar de que lo que más hace vibrar a su “target” es el ruido del motor).
Muchos autores habían hablado anteriormente del color, pero Goethe es el primero que habla de la percepción del color, se da cuenta de que cada color genera una emoción distinta en nosotros.
El amarillo, el naranja, el rojo, el azul, el verde, el marrón… nos producen sensaciones diversas y por eso unos nos resultan más apropiados que otros, o más necesarios en algún momento.
¿Quieres respirar tranquilidad? Ponte a trabajar en una mesa de color verde quirófano. ¿Buscas la euforia? Tiñe de naranja, amarillo y rojo tu entorno. ¿Vives en un apartamento de 50 metros cuadrados escasos? Busca tonos neutros y claros, que te darán sensación de amplitud.
Goethe dibujó un “diagrama de la mente humana”. En él colocó como punto de partida los tres colores que él consideraba primarios: el amarillo, el rojo y el azul. La mezcla de los tres, en triángulos que se acercaban o se alejaban de un tono u otro, daban como resultado diferentes emociones. Así se obtuvo una primera clasificación de 5 emociones:
- Lúcido: preponderaba la mezcla de rojo y amarillo.
- Serio: imperaba la mezcla de rojo con azul.
- Melancólico: se imponían los tonos en torno al azul (el verde y el morado).
- Poderoso: el rojo era el tono reinante.
- Sereno: el color relevante era el amarillo, que podía extenderse al marrón y el verde.