FESTEJAR QUE CUMPLIMOS AÑOS......

Entre mis amigas, nuestros cumpleaños están parejamente distribuidos a lo largo del año, lo que nos asegura que siempre tengamos alguna razón para festejar.

Pero sucede que cuando cada una está de cumpleaños ES  EVIDENTE  QUE  PERCIBIMOS  QUE  TENEMOS  "UN  AÑO  MAS" mientras a las que les quedan algunos meses para cumplir años no paran de hablar de su juventud.

Incluso tengo una amiga que se negó a hacer una celebración el día de su cumpleaños porque “ya estaba muy vieja” para ese tipo de cosas…

Lo sorprendente es que no es la única que piensa así; he estado observando la apreciación general  acerca de cumplir años este último año, y debo decir que el miedo de envejecer se ha apoderado de mis amigas como la plaga. En la medida que se acerca mi propio cumpleaños, me pregunto si me sucederá lo mismo…

Envejecer se puede manejar de dos maneras distintas, la ruta tradicional es estar miserable y mirar con pavor cómo disminuyen los días en el calendario. Cada X que va sobre los días del año se asocia a dudas acerca de las decisiones pasadas y al poco tiempo que queda por delante,  preocupación   al darse cuenta de todo el tiempo que ha pasado. “No puedo creer que ya estemos a…” es una de las clásicas aseveraciones cuando alguien nota que llegó un nuevo mes, otra temporada o un año nuevo.

Yo no quiero vivir así. Yo quiero vivir como una persona que se despierta cada día con gratitud y entusiasmo.  Nuestras  propias  vivencias,  nuestras  alegrias  y  fracasos,  las  personas  que  hemos  conocido....los  lugares  donde  hemos  estado.....todo  eso  no  puede  derribar  mi  vida...todo  lo  contrario...dar  gracias  por  esas oportunidades.  Y cuando cada día acabe, no quiero sentir miedo por el tiempo transcurrido. Quiero atravesar cada día con la convicción de que viví ese día bien y con mi mejor potencial. Esta es la ruta alternativa.

Envejecer no es una carga; es una fortuna que no todo el mundo puede experimentar.