EL ORDEN, PIEZA CLAVE EN EL HOGAR
Tardar un minuto más en hacer bien una cama tiene una gran recompensa. Si lo piensas, no llegan a 60 segundos y en cambio estás dejando huella en el modo de vida de tu familia.
Una cama bien hecha significa que la persona aprecia acabar correctamente lo que empieza y que prefiere el trabajo bien realizado a las prisas y la pereza.
Un hogar desordenado es una fuente constante de conflictos.
¿Cómo cambiaría nuestra vida haciendo desaparecer estos momentos de tensión del día a día?
Para mí, la casa debería ser un refugio, el lugar al que ansías llegar después de un día difícil para relajarte y sentirte bien.
Para mí, la casa debería ser un refugio, el lugar al que ansías llegar después de un día difícil para relajarte y sentirte bien.
En lugar de eso, lo más normal es llegar a casa a pelear, incluso con nosotros mismos. ¿Qué sensaciones tenemos cuando atravesamos la puerta de casa y nos recibe un salón patas arriba y la pila de platos en el fregadero?
En cambio, ¿qué sensaciones tenemos cuando llegamos y está todo limpio y ordenado?
Desprenderse de cosas materiales es absolutamente necesario a la hora de ordenar. ¿Cómo podemos explicar su importancia?
Esto quizá es una de las partes más difíciles por cómo hemos sido educados en la acumulación. Intentaré mostrarlo con un ejemplo.
Imaginemos que tenemos una casa normal, de unos 60 metros cuadrados, para una familia de tres miembros y tres armarios pequeños (sin trastero). Lo habitual será encontrar los armarios abarrotados; encontrar la ropa que buscas cada mañana implicará empujar prendas, algunas se caerán de las perchas y otras se doblarán de mala manera. Como resultado, lo normal será que saques la ropa que buscabas arrugada (después de lo que te costó plancharla).
El salón será pequeño y no entrará ni un alfiler. También tenemos costumbre de comprar un sofá excesivamente grande para el espacio que tenemos. La mesa del salón tendrá papeles y otras cosas encima que no deberían estar allí, etc… Seguro que te suena.
La realidad será que casi la mitad de las cosas que tenemos nos sobra. Tendremos muchísima ropa que casi no usamos nunca, objetos que ni recordábamos que estaban allí, etc… Habrá discusiones porque no hay ni donde apoyar un plato, aumentará el estrés y se crearán conflictos en la familia que podrían acabar siendo irreparables.
¿Cuál será el diagnóstico de la familia? “Esta casa se nos queda pequeña”. Lo de siempre.
Puedes estar a punto de desprenderte de una casa que te encanta, con un buen alquiler y en un barrio que te encanta y de meterte en un problema (porque una casa mayor con un alquiler mayor o una situación peor siempre es un problema) por acumular un montón de cosas que no quieres ni necesitas. Además, el problema llegará unos meses después (porque la acumulación siempre va a más).
Puedes estar a punto de desprenderte de una casa que te encanta, con un buen alquiler y en un barrio que te encanta y de meterte en un problema (porque una casa mayor con un alquiler mayor o una situación peor siempre es un problema) por acumular un montón de cosas que no quieres ni necesitas. Además, el problema llegará unos meses después (porque la acumulación siempre va a más).
¿Qué objetivos nos podemos plantear para comenzar un nuevo plan de “orden y limpieza” en casa?
Objetivos pequeños, siempre. El gran error de esos momentos en el que decidimos enfrentarnos al desorden es querer resolverlo todo de un plumazo.
Nos damos una paliza de un fin de semana, acabamos reventados y orgullosos y en dos semanas todo vuelve a estar como al principio.
El buen orden es dejar las cosas cuando terminamos de hacerlas o llegamos a casa....en su sitio..... no tiradas