VIVIR EN LA NEVERA
Vida valiente es la del cristiano. El celo
es, el valor para seguir adelante, debe ser nuestra actitud ante la vida, como
los que se entrenan en el estadio para ganar. la pereza que es lo contrario al valor. Vivir en la nevera, para que
todo se quede igual. Los cristianos perezosos, los cristianos que no tienen
ganas de ir adelante, los cristianos que no luchan para hacer que las cosas
cambien, cosas nuevas, las cosas que nos harían bien a todos, si esas cosas
cambiasen. Son los perezosos, los cristianos aparcados: han encontrado en la
Iglesia un buen aparcamiento.
¡Hay cristianos aparcados! Para ellos la Iglesia es un
aparcamiento que protege su vida y van con todos los seguros posibles. Pero
esos cristianos quietos, me hacen pensar una cosa que de niño nos decían los
abuelos: Ten cuidado, porque
el agua quieta, estancada, es la primera que se pudre.
Lo que hace a los cristianos valientes es la esperanza, mientras
que los cristianos perezosos no tienen esperanza, son pensionistas. Está bien
jubilarse después de muchos años de trabajo, ¡pero pasar toda tu vida jubilado
es feo! La esperanza es, en cambio, el ancla a la que agarrase para luchar
incluso en los momentos difíciles. Este es el mensaje de hoy: la esperanza, esa
esperanza que no defrauda, que va más allá. Y una esperanza que es ancla del alma, segura y firme.
¿cómo soy yo? ¿Cómo es mi vida de fe? ¿Es
una vida de horizontes, de esperanza, de valentía, de ir adelante, o es una
vida tibia que ni siquiera sabe aguantar los momentos feos? superar nuestro egoísmo, porque
los cristianos aparcados, los cristianos quietos, son egoístas. Sólo se miran a
sí mismos, no saben alzar la cabeza para mirarle a Él.