COMO DECIR LAS COSAS SIN AGREDIR
La asertividad es una estrategia de comunicación basada en decir las cosas sin agredir ni someter la voluntad del otro, defendiendo los propios deseos y opiniones. Pero decir lo que realmente se piensa, dándose a valer y sin “pisar” al otro no es siempre una tarea fácil. No obstante, es fundamental para establecer relaciones sanas y también para ser feliz manifestar las propias convicciones y defender los propios derechos.
- Habla en primera persona tantas veces como sea posible. El otro no se pondrá a la defensiva y mantendrá la atención para ver qué tiene que hacer para cambiar sin sentirse atacado. La clave es la descripción de los propios sentimientos y de por qué se han desencadenado los mismos. Ejemplo: Me duele que no me hayas preguntado qué tal me ha ido el día.
- Describe por qué te sientes así, cuál es la causa de tus estado anímico. No se trata de acusar, sino de explicar qué te pasa cuando ocurre algo con claridad y sin dar lugar a malas interpretaciones. Ejemplos: «Me asusto cuando gritas», «me entristece que no digas nada cuanto te cuento mis problemas»…
- Pide lo que necesitas para solucionar el problema. Sin pedir lo que quieres, solo estás expresando tus sentimientos, pero no estás dándole al otro las claves para mejorar la situación. Dar por supuesto que el otro sabe lo que tiene que hacer es un mal hábito. Pon el énfasis en lo que sientes y en lo que el otro puede hacer para ayudarte o mejorar. Ejemplo: «Me duele que no me hayas preguntado qué tal me ha ido el día. Me siento mejor cuando te interesas por mí.»…
- Parece fácil, aunque lleva un poco de tiempo hacerlo de forma automática. La buena noticia es que funciona. Solo hace falta practicar para que la asertividad a la hora de decir las cosas sea una conducta diaria.
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