CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA
Vivimos momentos donde un % elevado de los que nos llamamos católicos, no lo parecemos.....y menos para apoyar a la Iglesia, mas concretamente al Papa Francisco. Es mas fácil derribar, criticar, juzgar, inventar (para hacer daño) con las informaciones.....que construir y reconocer la Verdad con la que nos suele el Papa hablar, para que nos demos cuenta que nuestros modos, ideas, relativismo, frialdad......etc..... no son ciertas, por mucho barro que les echemos encima.
“La verdad es suave, la verdad es silenciosa”, “con las personas que buscan solamente el escándalo, que buscan solamente la división”, el único camino a seguir es el del "silencio" y la "oración". Es cuanto ha dicho Papa Francisco, . El Pontífice parte del Evangelio de Lucas (Lc 4, 16-30), en el que Jesús, regresado a Nazaret, es recibido con recelo. Por lo tanto, la Palabra del Señor cristalizada en esta narración permite "reflexionar sobre el modo de actuar en la vida cotidiana, cuando hay malentendidos" y entender "como el padre de la mentira, el acusador, el diablo, actúa para destruir la unidad de una familia, de un pueblo".
El, el Papa Francisco, al final de sus intervenciones solo nos pide que recemos por El, por su persona. Esa carga, es MUCHA CARGA, abarca la Iglesia Católica en el mundo entero, y mas ahora que no hay respeto, no se sabe asumir las correcciones, ser comprendido.....
Y es precisamente esta actitud de humildad la que deja espacio para la primera "palabra-puente", aclara el Papa Bergoglio, una palabra que siembra “duda”, que conduce a un cambio de atmósfera, "de la paz a la guerra", "del asombro a la indignación”. Con su “silencio” Jesús vence a los “perros salvajes”, vence "el diablo" que "había sembrado la mentira en el corazón".
El silencio se gana, pero a través de la Cruz. El silencio de Jesús. Pero cuantas veces en las familias empiezan las discusiones sobre política, sobre el deporte, sobre dinero y una y otra vez, esas familias terminan destruidas, en estas discusiones en las cuales se ve que el diablo está allí que quiere destruir… silencio.
Expresar lo que sientes y luego callar. Porque la verdad es suave, la verdad es silenciosa, la verdad no es rumorosa. No es fácil, eso que ha hecho Jesús; pero existe la dignidad del cristiano que está asegurada en la fuerza de Dios. Con las personas que no tienen buena voluntad, con las personas que buscan solamente la destrucción, incluso en las familias: silencio. Y oración.
“Que el Señor nos dé la gracia de discernir cuándo debemos hablar y cuándo debemos callar. Y esto en toda la vida: en el trabajo, en el hogar, en la sociedad ... en toda la vida. Así seremos más imitadores de Jesús”.
La Iglesia es MADRE, y a una madre se la quiere, se la protege, se la ayuda, se está cerca, sabe como "los buenos hijos de Noe, echar por encima el manto de la caridad"
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