EL MOMENTO EN QUE VIVIMOS
La emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa del coronavirus Covid-19, hay que saber aprovecharla.
Como cristianos, hemos de vivir estos momentos como lo que somos: hijos de Dios y hermanos de todos nuestros hermanos.
Buen momento para medir la fuerza de nuestra fe, la certeza de nuestra esperanza y el fervor de la caridad.
Ante todo fe en Dios. Estamos en sus manos. Hoy mas que nunca podemos experimentar la fragilidad humana.
Saber vivir la virtud de la fortaleza, que nos permite resistir las tentaciones y vencer nuestros temores; es lógico, porque desde los medios de comunicación todos los días, mañana, tarde y noche nos disparan cifras, y ordenes a mantener, todo eso queda en nuestro cerebro, y desde mi punto de vista, dado que no sabemos lo que puede durar y más con el tema de las vacunas, hay que LIBERARSE de este ambiente sin dejar de poner los medios que nos indican para prevenirlo.
Ni tú no yo sospechábamos que nos convertiríamos en una generación de la historia inolvidable. No por nuestra forma ejemplar de vivir como seres creados para el amor, sino por aquellos que vivieron una plaga que se llevó en un año a miles y miles de personas y que se llamó Corona virus. Es decir, la generación de la pandemia del coronavirus.
Igual que las personas que se han quedado sin trabajo, han sido creativas para ese trabajo, poder realizarlo de otra manera..... saber aprovechar el tiempo para formarnos en temas que quizá en su día no tuvimos tiempo y ahora a través de internet hay muchos cursos on line, Cursos en artes y humanidades: Ver. En definitiva es tener nuestra cabeza, en otras cosa que no sea la "pandemia". Juegos familiares, aficionarnos a la lectura. La televisión, aumenta la angustia.
La salud mental se resiente, y de hecho lo que dicen los médicos psicólogos y psiquiatras que está repercutiendo en el sueño y en nuestro comportamiento.
Hay que procurar, no quedarse solos en casa, salir con familiares o conocidos que podamos hacerlo, para distraerse. Hablar por teléfono, comunicar los agobios, y angustias.....
Es verdad que cuando se ha pasado una situación muy critica, hay que luchar mas, para que no nos lleve a hundirnos, y luego sea más difícil salir del hoyo. Tener recursos de afectos que ayuden a ir cicatrizando heridas.
Es una época en la que “dejamos de creer en Dios y empezamos a creer en cualquier cosa”.
decía (Chesterton).
Nos ha cambiado la vida, pero hay que pensar ¿la vida que llevaba era la buena, la adecuada? Solo pensábamos en nosotros, era todo tan fácil,..... en vivir mejor, en ser mas felices, en tocar el cariño, el afecto, en tener TODO y ¿para qué? y el COVID nos hace penar, sufrir, pero vamos buscando más la verdad.
El jueves pasado, veía por streaming una adoración nocturna ante el Santísimo Expuesto, y había cientos de personas a las 9 de la noche. Se necesita apoyarnos en esa tabla de salvación.
Si, nos sentimos vulnerables, no esta en nuestras manos el remedio para sanar, salvar a las vidas, tener una varita mágica que acabe con todo esto........ ¿Hasta cuando Señor? ....no hay respuesta. Nos quedamos sin celebraciones, fiestas de las ciudades, pueblos, sin poder hacer hasta las cosas más santas, como besarte un pie (de Jesús Nazareno) pero es así.....no dominamos nosotros, somos teleñecos conducidos por Dios. Por eso no se trata de apartarnos de El, sino todo lo contrario, "no podemos dejar de creer en Dios" Dios nos mira y quizá nos invita a buscar su Palabra Sagrada para que cada uno pueda reflexionar.
Como en su día Dios hablo a Noé para que construyera un arca y salvará a su familia , creo que ahora mismo está llamando a cada uno para hacer lo mismo de cara al 2021/ 22... para lo que está en el mayor de los peligros: la fe y la familia.
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