LA IMPORTANCIA DE LAS PALABRAS

 Llevo  varios  días  dando  vueltas  "a  lo  mal  que  en  general  se  usan  las  palabras,  o  también  que  mal  se  habla"

Es  como  si  estuviera  permitido  todo,  o  ¿para  qué  sirve  lo  que  aprendimos  en  una  asignatura  que  se  llama  LENGUA  ESPAÑOLA?  .....No  me  voy  a  meter  en  los  distintos  lenguajes  que  se  usan  en  este  país......solo  en  el  castellano.

Admiro profundamente  las  personas  que  hablan  bien,  que  conjugan  bien,  que  se  expresan  bien  y  además  de  una manera  concisa. Es  que  te  dan  ganas  de  decir  "siga  por  favor,  porque  es  un  regalo  oirl@"



Hace más de sesenta años John L. Austin, el concienzudo filósofo de Oxford que había dirigido el servicio de inteligencia aliado en el desembarco de Normandía, impartió un curso en Harvard que llegaría a ser muy famoso. Llevaba por título «Cómo hacer cosas con palabras» al decir algo no estamos solamente afirmando algo, sino que además hacemos algo: prometemos, alabamos, insultamos, rezamos, apostamos, expresamos nuestra condolencia, pedimos perdón, etcétera. Hablar no es meramente decir cosas sino que, al hablar, estamos relacionándonos con los demás, estamos comunicándonos con quienes nos escuchan, estamos ensanchando nuestra vida. Es  maravilloso.

Nuestras palabras y nuestras acciones están entretejidas. Damos órdenes, relatamos un suceso, contamos un chiste, cantamos a coro, traducimos de una lengua a otra, calculamos, discutimos y millares de actividades distintas más que hacemos con palabras. Las palabras y las acciones en las que se insertan constituyen un «juego de lenguaje» en el que se dotan mutuamente de sentido.

El lenguaje está bien como está: no hay que reformarlo o perfeccionarlo, sino que basta de ordinario con que sus usuarios queramos decir la verdad y aprendamos a expresarla.

 Al empeñarnos en decir la verdad intentamos articular en nuestro vivir el pensamiento y el mundo. Por eso la norma primera para mí es la de decir siempre la verdad, sabiendo que este principio no equivale a decir toda la verdad o todas las verdades en todo momento —lo que sería agotador—, ni tampoco equivale a tener que decírsela constantemente a todo el mundo —lo que resultaría insoportable—, pero sí que se identifica con una honda aspiración a que la veracidad y la transparencia presidan siempre todas nuestras relaciones y la organización misma de la sociedad. Una manera más clara y pragmática de este principio se encuentra quizás en su formulación negativa: nunca podemos mentir, nunca debemos hacer promesas que sepamos que no vamos a cumplir o sembrar intencionadamente interpretaciones erróneas.

 Nos encontramos en una sociedad que se considera avanzada científica y socialmente, pero en la que la verdad apenas tiene valor. Se considera aceptable que un político mienta con descaro, solo porque —suele decirse como justificación— todos lo hacen.

Como  vulgarmente  se  suele  decir,  "todo  se  pega  menos la  hermosura"  y  si  se  pone  de  moda mas.......se  dice  habitualmente, "no  es  que  esté  cansada,  sino  lo  siguiente".....  y  eso  que  significa?   pues  di  estoy  muy cansada  y  ya.....

Y  como  esto......te  haría  una  lista. 

Palabras  obscenas, tacos, exabruptos,  descalificaciones por  nada y menos, ....  pero  si  con  nuestro  lenguaje  "limpio"  y  bien  conjugado  se  entiende  todo......!!!!!  Usemoslo;  la  RAE,  aprueba  todos  los  años  unas  palabras,  que  los  que  nos  precedan,  dirán  "que  chuscos  eran  en  el  siglo XXI.

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

UNA ROSA EN EL LODO

DEJAR HUELLA