COMO EVANGELIZAR CON MÉTODOS QUE MUEVAN A CAMBIAR

 «No se trata solo de cambiar el lenguaje, o de adaptar el mensaje, o de meterse en redes sociales… Se trata de trascender la fijación obsoleta por la comunicación que tenemos en la Iglesia y emplear una herramienta nueva: el marketing», asegura Carlos Luna, creador del primer congreso de marketing religioso. Luna, que acaba de lanzar el manual Fundamentos de marketing religioso como una ayuda para la evangelización, defiende que «tenemos que pensar de un modo más abierto, desde la perspectiva de aquel al que queremos llegar». «¿De verdad creemos que solo apareciendo en TikTok con el santo del día vamos a atraer a los alejados?», se pregunta. La clave radica en adaptar las herramientas propias del marketing a la evangelización: construir un producto, establecer una estrategia de distribución, segmentar al público objetivo…



Por ejemplo, «no podemos seguir dividiendo a la gente por su edad o estado: grupos de jóvenes, de matrimonios, de vida ascendente… Hay que segmentar utilizando la variable de la actitud de la gente ante la fe: los que ya estamos dentro, los que no creen en nada, los que creen, pero nunca se acercarían a una iglesia a saciar su deseo de trascendencia, los rebotados… Para cada uno de ellos hay un plan de marketing específico», algo «en línea total con la exhortación Evangelii gaudium». Ahí Luna toca un punto sensible, pues «los documentos y expresiones como nueva evangelización nos inspiran, pero no sabemos cómo llevarlos a la práctica. Al final, los domesticamos y los adaptamos a nuestra zona de confort: nuestros contenidos, retiros, parroquias, sacramentos… Lo de siempre, pero con otro nombre».

Por eso, coloca como una de las prioridades en la Iglesia «darle una vuelta a la variable de distribución de nuestro producto», es decir, «repensar si la parroquia es el único lugar al que debemos aspirar» para conectar con los alejados. Para ilustrarlo, explica: «Cuando al gente sale a tomarse un gin-tonic, no va solo por la bebida, va por el sitio y el ambiente». De ahí que tengamos que «perder el miedo a mostrarnos en otros lugares y sacrificar algunos propios que quizá no están consiguiendo lo que queremos». Lo ilustra con la actitud del grupo evangélico Hillsong, que en España ha aterrizado montando lecturas de la Biblia en Starbucks y alquilando cines para predicaciones y conciertos. «A partir de iniciativas como estas puedes luego crear un itinerario que acabe en la parroquia, pero no al revés», afirma.

El manual incluye más ejemplos de cómo el marketing puede transformar la pastoral: la iniciativa O_Lumen, que ha habilitado una iglesia para el diálogo con el arte contemporáneo; Más que silencio, un espacio de meditación y crecimiento espiritual abierto a creyentes y no creyentes, o Impact Crew, un movimiento ecuménico que, a base de baile, hiphop, testimonios y recursos multimedia proclama el Evangelio a jóvenes que nunca entrarían en un templo. 

Estamos  en  momentos  de  remover  el  interior  de  nuestras  conciencias,  en  vez  de  alejarnos  de  la  fe.  Dios  esta  en  todas  partes,  y  en  todas  partes  lo  puedes  encontrar,  solo  se  trata  de  dar  la  vuelta y  hacer  un  careo  con  El.

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