UNA PRISA QUE MALTRATA
Se ha implantado en nuestras vidas la prisa, para todo. Llegamos a descansar con tanto cansancio que casi ni podemos hacerlo con paz, hasta un cierto tiempo.
La prisa se puede hacer amiga de la ansiedad. Mientras estamos haciendo una cosa ya estamos pensando en la siguiente. Estamos viajando y queremos que termine cuanto antes, en el trabajo es un hacer con agobio, pensando a quien rendimos cuentas, que tengamos éxito, que avalen nuestro esfuerzo, no hay tranquilidad, reposo; en la familia pendiente del móvil de las llamadas.... no nos estamos quietos, saboreando donde estamos. Nuestro gesto se desfigura, y no somos capaces de atender con paciencia a quien lo necesita.
Hay quienes pueden pensar que tener prisa es algo de las personas muy ocupadas, no tenemos tiempo que perder, puede parecer una costumbre de los altos ejecutivos que deben optimizar cada minuto de su vida.
Y no es así, una persona puede tener problemas por culpa de la prisa. sienten una necesidad patológica de estar ocupados todo el tiempo, y no desperdiciar ni un segundo,, generando un stress , una actitud nerviosa, que incluso contagia a los demás.
La prisa produce cansancio, ansiedad, irritabilidad ( que mal para convivir) cuanto cuesta relajarse!!!!!
Una prisa que maltrata nuestro cuerpo y nuestra mente, coge las riendas de tu vida y cabalga con ritmo pero sin "desbocarte" saborea donde estas, y no contagies a tu alrededor ese ritmo frenético.
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