COMO LOS COLORES INFLUYEN EN LAS EMOCIONES

 

La psicología del color es una ciencia que nos revela cómo las diferentes tonalidades afectan la conducta y estado de ánimo; es decir, la relación que pudiera existir entre los colores y las emociones que experimenta una persona. Esta es una herramienta poderosa en los ámbitos empresariales y hasta en los sanitarios.

Por ejemplo, el rojo es estimulante para el consumo y el azul genera confianza y bienestar, mientras que el verde es adecuado para las salas médicas porque se relaciona con la relajación. Nuestro cerebro procesa la información visual que adquirimos, de manera que esta tiene un fuerte impacto en nuestra vida diaria.

Desde la psicología del color se busca comprender cómo los colores influyen en las emociones, percepciones y comportamientos de las personas. 

Por otro lado, los psicólogos puntualizan también que nuestros sentimientos sobre el color suelen ser muy personales y ligados, a menudo, a la propia experiencia. A pesar de ello, hay un hecho indudable, y es el referente a que el impacto del color en nuestras vidas no es algo que deba subestimarse.

Rojo, naranja y amarillo, son colores cálidos que generan en nosotros emociones intensas y enérgicas. Suelen estimular un amplio espectro de sensaciones y sentimientos que te serán conocidos, tales como bienestar, alegría, entusiasmo o calidez.

Los colores fríos son aquellos que se encuentran en esa gama que va del azul al verde en el círculo cromático. Se asocian con la naturaleza, el agua y el cielo; tienden a evocar emociones de calma, serenidad y frescura, y suelen ser los más atractivos para la población en general.

Los colores neutros son los que tienen una baja intensidad para el ojo humano. Además, son acromáticos, es decir, la luz que proyectan carece de tono y de saturación. Sin embargo, esto no significa que no hay alguna relación interesante.

La forma en que influyen los colores en el estado de ánimo se asocia tanto a factores biológicos como culturales. Este dato es interesante, porque tonos como el rojo pueden activar nuestro sistema nervioso, mientras que un azul cálido lo serena. No obstante, es importante recordar que también tienen una fuerte base simbólica y personal.

Muchas personas asocian ciertos tonos a determinadas experiencias vitales, tanto positivas como negativas. Es difícil hablar, por tanto, de una relación estándar entre los colores y las emociones. A pesar de ello, tanto desde la psicología como desde el mundo de la publicidad, siguen investigando su impacto en nuestro cerebro. Y es que los colores son el lienzo de nuestra vida y de nuestro fascinante universo emocional.









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