LLEGADA DEL PAPA AL LIBANO



Sus propuestas: amor, perdón, servicio, humildad, unidad
El Papa evoca «el grito de angustia» y «la mirada de desesperación» de los cristianos árabes

   Entre fuertes medidas de seguridad, el Papa llegó a la basílica Greco Melquita de Harissa, el santuario dedicado a la Virgen María más

 importante de Oriente Medio. Allí firmó un documento oficial sobre la situación de los cristianos de esta zona. 

   Nada más entrar, el Papa bendijo a los participantes como los 

patriarcas orientales, con una cruz en la mano en lugar de un báculo. Además, saludó al presidente de la República, el cristiano Michel
 Suleiman, y a varios representantes musulmanes que siguieron el 
encuentro en primera fila.

   El Papa explicó que ha preparado este nuevo documento a partir 

de las reflexiones del sínodo de obispos de Oriente Medio, que tuvo 
lugar en Roma en octubre de 2010, y en el que participaron 255
 obispos y líderes religiosos de la zona. 

   Por eso, en primer lugar recordó las dificultades que atraviesan los cristianos en Oriente Medio: “Toda la Iglesia pudo escuchar el grito

 lleno de angustia, y percibir la mirada de desesperación de tantos
 hombres y mujeres que se encuentran en situaciones humanas y 
materiales difíciles, que viven fuertes tensiones con miedo e inquietud,
 y que quieren seguir a Cristo, que da sentido a su existencia, a pesar 
de que muy a menudo se ven impedidos de hacerlo”. 
   El Papa dijo que conoce la situación de discriminación que atraviesan

 y los problemas sociales que encuentran. Pero les pidió que no pierdan
 la esperanza: “Ahora es precisamente cuando hay que celebrar la 
victoria del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza, del servicio sobre el dominio, de la humildad sobre el orgullo, de la unidad sobre la división”. 

   El encuentro incluyó muchos elementos de la tradición greco-melquita, como la lectura del Evangelio en árabe o los cantos de esta Iglesia 

católica de tradición oriental. 

   Hoy verá al presidente de la República, del Parlamento y del Consejo de Ministros, a una delegación con las familias y a los jefes de las principales comunidades musulmanas.
Y a continuación se amplia el encuentro a unas quinientas personas que son autoridades y líderes de Líbano.
   Es de gran importancia el encuentro con los jóvenes, por la tarde, después de ver al patriarca maronita de Kerque.Los encontrará en un espacio para unas veinte mil personas, pues ellos realizarán una jornada más amplia en la que el momento central es la oración y discurso del santo padre.
   Seguiremos rezando y acompañando al Santo Padre en todos estos acontecimientos.

  

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