VIVIMOS RODEADOS DE GENTE EN SOLEDAD
La soledad, salvo excepciones, es una experiencia indeseada . Es un estado de ánimo que quien más o menos, hemos sentido alguna vez.....y se pasa mal. Se desea una mano que ayude, comprenda, y escuche.....
Es difícil de explicar, porque se siente de diversas maneras, y también según nuestro modo de ser. Hay personas que sintiendo esa soledad real, son capaces de superarlo y que incluso los que le rodean no se den cuenta lo que lleva por dentro......
Otras, están realmente solas de familiares, en la sociedad, en su interior..... lo pasan mal, porque el hombre es sociable, tiende a comunicarse, a dar y recibir. Se encierran en si mismas, por las propias experiencias, o la sociedad les ha echado fuera de este mundo.
Otras, pueden tener de todo y no necesitar de nada, son incluso envidia para los demás; pero materialmente puedes tener millones, pero interiormente eso no te da la felicidad, incluso sientes cómo la gente se aprovecha de ti, pero no saben darte lo que realmente necesitas..... un detalle pequeño de cariño, un gesto de apoyo... lloras tu propia soledad.
¿Para que quiero yo todo ésto, si lo que realmente me hace rico son las personas?
Y rodeadas de muchísima gente, en reuniones familiares, profesionales, sociales etc.... te puedes encontrar solo porque notas el egoísmo de alrededor que produce insatisfacción o es un trato superficial, y si eres tímido peor.
La soledad está relacionada con la capacidad de las personas para manifestar sus sentimientos y opiniones.
Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad. En suma, equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas.
Hay que contactar con un mínimo de confianza con quienes nos rodean, tenemos miedo de que nos hagan daño o nos rechacen. Plantamos un muro a nuestro alrededor, nos encerramos en nuestra pequeña célula (en ocasiones, incluso unipersonal) y vivimos el vacío que nosotros mismos creamos y que justificamos con planteamientos como "no me entienden", "la gente sólo quiere hacerte daño", "para lo único que les interesas es para sacarte algo", "cada vez que confías en alguien, te llevas una puñalada". Razonamientos que impiden, olvidar y ser uno mismo, no tenemos que ser como quieren los demás.
La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir . Podemos tener esos momentos de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Cuanto antes lleguemos a detectarla, mejor saldremos de ella.
Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos.
Saber comunicarnos con esas personas que viven cerca o que vemos habitualmente en nuestro camino, y por sólo dedicarles unos minutos de atención o tener un detalle con ellas...... se sienten felices.
Es que necesitan hablar, y si les damos "confianza" lo harán, no importa que sea un mendigo, aquí no valen las estructuras sociales, ¿porqué han llegado a eso? no es cuestión de hablar delante del público y darles una lección de abrirse y cambiar. Pero en un momento oportuno, si, para que hablen y se desahoguen.
¿Porqué hay tanta gente mayor sola, que ni sus hijos les dedican tiempo?
Conozco a una persona mayor de 92 años, con dos hijos, y cuando me ve, me habla de todo......porque ella lo que suspira es que sus hijos la quieran.
Solo tengo que escuchar....ese es el tema, escuchar, necesidad de que abra el corazón y recibir con la mirada, el gesto, el detalle, el tiempo, ..... que por unos momentos, sea feliz. ¿Usted me comprende? Que no se la rechace.....y si rechazamos.....como se dice es porque "vamos a nuestra bola" sin percibir que alguien sufre......
Piensa que a ti te ayudaría tener alguien con quien compartir
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