APRENDER A TIRAR CORNER.....


En medios futbolísticos se suele decir que un córner es medio gol. La experiencia nos demuestra que esta máxima no es matemáticamente cierta; sin embargo, es verdad que cada saque de esquina, si se convierte en gol, es un gol a medias (hecho entre dos). En el fondo, toda jugada que culmina con éxito, es resultado de la colaboración de varios jugadores. Pero es en el saque desde el banderín o en una jugada a balón parado (“de estrategia”, se dice también) donde se muestra con claridad esa cooperación imprescindible.





Las más de las veces, un saque de esquina no acaba en gol, porque no siempre está bien sacado, porque no llega el remate  o remata mal, porque despeja el balón un defensa o los puños del guardameta. Otras, sin embargo, las líneas geométricas de la pizarra imaginaria se hacen realidad y el balón se aloja con fuerza en las redes de la portería, entonces, el espectáculo resulta para un amante del fútbol sencillamente hermoso. La belleza de un gol tras un saque de esquina radica en su simplicidad, en la facilidad aparente de su ejecución y en la sintonía perfecta entre lanzador y rematado.
En muchos aspectos, nuestra vida se parece a un saque de esquina: el día a día es una lucha continua que vencemos gracias a otros, a los que nos lanzan balones que nos obligan a superarnos a nosotros mismos (nos  estiramos,  nos  lanzamos  a  por  la  pelota,  ponemos  las  manos...). Las personas que de verdad nos ayudan no son las que nos ponen balones fáciles o las que golpean la pelota por nosotros, sino las que nos obligan a esforzarnos por llegar cada vez más alto.
En el ámbito educativo, los padres y profesores son quienes sacan el córner; los hijos y alumnos, los rematadores. Educar no es poner balones fáciles al alcance de sus pies o sus cabezas, sino el arte de colocarlos allí donde, para llegar, tengan que esforzarse. Por eso, el maestro, los padres  no son los que enseñan, sino el que hace que sus alumnos aprendan  y  por eso, los padres que ponen las cosas demasiado fáciles a sus hijos, no les están ayudando a crecer, no están haciendo un buen saque de esquina-
Se  tienen  que  dar  las  condiciones  de  un  buen  portero  para  parar  ese  balón,  y  no  les  metan "otro  gol"  en  su  vida.

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