NO PERDER LA NOVEDAD DEL MUNDO
Retorno a la infancia es uno de los libros más logrados de este autor, que siempre se ha ocupado de temas polémicos y ha llamado nuestra atención sobre aspectos claves para el hombre y la cultura, que suelen pasarnos desapercibidos.
La mejor defensa de la infancia es la que propone Gómez Pérez: dispensar una admiración sincera a ese periodo tan crucial de la existencia. Este es un libro especialmente dirigido a los adultos, pero que todo educador y padre debería leer para aprovechar el potencial que tiene la niñez y recordar la más maravillosa de las lecciones que nos ofrece: enseñarnos a vivir.
El hombre es expulsado de la infancia cuando pierde la novedad del mundo, es decir, cuando queda sometido al “gobierno despótico de la razón”. Vende su inocencia al cálculo. O “pierde la dichosa capacidad de creer todo lo que dice alguien en quien confía”. Lo paradójico es que la posibilidad de una edad adulta plena depende de la capacidad del hombre por reconquistar los dones que atesoró en su infancia.
Sensibilidad, imaginación, inocencia, asombro… éstas son algunas de los términos con que el autor describe el periodo comprendido entre los dos y los ocho años de edad.
El paraíso en el que todo es posible y el tiempo es un continuo presente; tiempo de la esperanza y de la creencia, momento de la siembra. Porque, la infancia, aunque difícil de recordar (creo que se recuerda bastante bien) y hacer consciente, es como la savia oculta que nutre al individuo durante el resto de su vida.
Aquí se quedan marcados en la personalidad muchas actitudes de la adolescencia y la madurez........ ATENCIÓN!!!!!!
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