APROVECHAR EL VERANO PARA PARTICIPAR EN UN VOLUNTARIADO......
Hacer voluntariado se ha puesto de moda y eso es un motivo de enorme alegría. Porque la expansión del voluntariado ha alcanzado ya a los jóvenes, y son muchos los que buscan su hueco en el innumerable elenco de ONGs e instituciones que les ofrecen la posibilidad de echar una mano.
Lo primero que van a comprender la generosidad. Se darán cuenta de inmediato de que sus vidas cobran sentido en cuanto se apartan del egoísmo y la vanidad tan habituales en esta etapa. La máxima de que se recibe más de lo que se da se entiende desde los primeros días de voluntariado.
Pero ayudar a los demás no está exento de sacrificios. De hecho, participar en una labor de voluntariado requiere de entrega y compromiso. Que sea un trabajo voluntario significa que no es remunerado, no que se pueda hacer cuando se desea. Porque si nos comprometemos a llevar a cabo una tarea, no podemos dejar en la estacada a quienes esperan de nosotros que llevemos a cabo esa labor. El compromiso exige aún más generosidad porque los jóvenes renunciarán a otras actividades para participar en el voluntariado.
El voluntariado puede dar a nuestros jóvenes habilidades que les serán de gran utilidad en sus futuros puestos de trabajo -resiliencia, capacidad para resolver problemas, gestión de recursos limitados, trabajo por objetivos-.
También creo que los jóvenes miren primero a sus propias familias, porque a veces se van a una ONG cuando en su propia familia tienen mayores para acompañar.