PONEMOS NUESTRA MARCA PERSONAL......
Cada uno de nosotros contamos con talentos capaces de poner un sello personal a lo que hacemos. Muchas veces no somos conscientes de poseerlos y quedan ocultos en el fragor de las rutinas cotidianas, arrumbados en el interior del alma.
Es sabido que lo que no se usa se desgasta por el paso del tiempo. Lo bueno es que hay siempre posibilidades de redescubrirlos y ponerlos a nuestro servicio para mejorar la calidad de vida.
No hay cursos para que nos volvamos creativos, aunque algunos pueden darnos pistas para que nos pongamos en contacto con esa fuente de sabiduría. Las personas que nos rodean se dan cuenta que tenemos cualidades para cosas concretas. O también empezamos a hacer algo, y nos demostramos que somos capaces de hacerlo.
El alma no decae, no disminuye, ni siquiera cuando el cuerpo declina. Nada de su ímpetu e inventiva se pierden con los años. Poco importa la edad del empresario, del médico, del artista, del artesano enamorados de su oficio, que guardan en su corazón un deseo siempre presente.
Feliz quien sigue teniendo siempre algo para hacer y aprender usando los dones recibidos.
La creatividad no tiene porqué disminuir a medida que se envejece. Hasta puede aparecer casi al final de la vida, pero es la prueba de que aquello con lo que nacemos estuvo siempre allí. El cerebro de una persona anciana no tiene nada de inherentemente defectuoso.