SER TU MISMO
Estamos viviendo en una época donde el reinventarse constantemente y la lucha por llegar a conseguir el éxito, nos hacen despistarnos a veces, de lo que verdaderamente es importante.
Mantener la buena imagen es un trabajo constante y necesario. Nos ayuda a sentirnos admirados y respetados por los demás y nos mantiene la autoestima alta.
Pero no nos pongamos una máscara, que la vida no es un carnaval.
Pero no nos pongamos una máscara, que la vida no es un carnaval.
El mundo está cambiando tan rápidamente que si queremos conseguir beneficios, tenemos que correr, y además conseguir llegar los primeros. Ser inteligentes, geniales, guapos, simpáticos, intuitivos… no es suficiente, además hay que parecerlo.
En nuestro caminar, vamos aprendiendo los unos de los otros en cuanto a comportamientos. No solo estamos los profesionales que enseñamos a conciencia a personas determinadas, también aprendemos de nuestros amigos y conocidos costumbres, lenguaje, imagen…
Algunas veces, copiamos aquello que nos gusta de alguien, un gesto, una palabra, un movimiento… y sin darnos cuenta o a conciencia, lo ponemos en práctica porque creemos que es mejor así. Intuimos que de esta forma socialmente seremos más populares, y nuestros éxitos y objetivos, se verán más rápidamente alcanzados.
¿Pero somos conscientes de que en nuestro aprendizaje por la escalada, ponemos en peligro una parte del alma llamada ESPONTANEIDAD? ¿Sabemos diferenciar el encanto contagiado, del que realmente es nuestro natural? ¿Tenemos miedo de que confundan nuestra espontaneidad con una caída de nuestra propia imagen, y solapamos la verdadera, muchas veces por miedo al qué dirán?
A mi modo de ver, se nos ve el plumero muy pronto, porque no podemos mantener una actitud de comedia, representando un papel......enseguida caemos nosotros mismos en nuestra trampa.... aparte que la naturalidad o espontaneidad no se improvisa, se es.....y ya no hay más; eso es lo que realmente atrae, ni los postureos, ni las copias, ni salirnos de lo que no es nuestro....se acaba pronto el papel de ficción.
Aprende siempre, observa y quédate con lo verdaderamente importante, pero sin dejar de ser tu mismo.