FIDELIDAD...EN LO BUENO Y EN LO MALO!!!!!


Ahora  lograr  la  fidelidad  matrimonial.....se  ha  convertido  en  algo  extraordinario,  cuando  eso  implica  o  conlleva entonces  el  no  saber  en  qué  consiste  esa  fidelidad.




Muchas  parejas  dicen "  estamos  bien  así,  tenemos  hijos...  no  hace  falta  un  papel  que  acredite  que  estamos  casados"  tampoco  saben  lo  que  supone  confirmar  ante  ellos  mismos  y  la  Iglesia  esa  unión  bendecida  por  Dios.

Tengo   la  suerte,  y  doy  gracias  a  Dios,  que  desde  pequeña  celebré  las  Bodas  de Oro  de  mis  cuatro  abuelos,  mis  padres  solo  llegaron  a  los  44  por  el  fallecimiento  de  mi padre.

Dos  de  mis  hermanas  ya  lo han  celebrado,  y  algunos  más  de  mi  familia.

Me  parece  que  para  las  generaciones  que  vienen  detrás,  son  un  ejemplo....no  me  cabe  duda.

Se  que  la  convivencia  siempre  es  difícil,  y  que  hay  temporales  pero  también  mar en  calma.....   recuerdo  en  una  homilía  de  celebración  de  unas  Bodas  de  Oro,  que  decía  el sacerdote " habéis  llegado  a  este  día,  porque  Dios  esta  en  medios  de  los  dos" es  evidente.

A juzgar por el número de separaciones matrimoniales que se producen, la fidelidad conyugal es un valor que se halla actualmente cuestionado. Entre las múltiples causas de tal fenómeno, deben subrayarse diversos malentendidos.         
Se confunde, a menudo, la fidelidad y el aguante. Aguantar significa resistir el peso de una carga, y es condición propia de muros y columnas. La fidelidad supone algo mucho más elevado: crear en cada momento de la vida lo que uno, un día, prometió crear.
 Para cumplir la promesa de crear un hogar con una persona, se requiere soberanía de espíritu, capacidad de ser fiel a lo prometido aunque cambien las circunstancias y los sentimientos que uno pueda tener en una situación determinada. Y  cambian...pero  en  general  eso  no  tiene  porqué  hacer  tambalear  esa  fidelidad.
 Para una persona fiel, lo importante no es cambiar, sino realizar en la vida el ideal de la unidad en virtud del cual decidió casarse con una persona. Pero hoy se glorifica el cambio, término que adquirió últimamente condición de "talismán": parece albergar tal riqueza que nadie osa ponerlo en tela de juicio. Frente a esta glorificación del cambio, debemos grabar a fuego en la mente que la fidelidad es una actitud creativa y presenta, por ello, una alta excelencia.  
 El amor que no se reduce a mera pasión o mera apetencia, antes implica la fundación constante de un auténtico estado de encuentro, supera, en buena medida, los riesgos de ruptura provocados por los vaivenes del sentimiento.
Saber  mantener  la  espontaneidad, y  la  sorpresa no  debe  faltar. Saber  reconquistar  a  tu  pareja  y  ponerla  en  el  mismo  camino  que  el  tuyo.
El  amor  nunca  se  acaba,  sólo  se  enfría.....pero  REVIVELO 

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