SI QUIERES SER UN BUEN PADRE....SE UN BUEN MARIDO

La experiencia clínica de Ferruci le ha demostrado que "cada ser humano es el resultado de la relación entre dos individuos:su padre y su madre. Y esa relación sigue viviendo dentro de nosotros como una armonía bellísima o como una laceración dolorosa. La relación entre nuestros progenitores -dice Ferruci- nos constituye en lo que somos.




 Y esto es verdad  un niño siente con todo su ser la relación entre sus progenitores, sea cual sea, la siente en sí mismo. Si la relación está envenenada, el veneno circulará por su organismo. Si la atmósfera no es armoniosa, crecerá en la disonancia. Si está llena de ansias e inseguridades, también su futuro será incierto" .

La conclusión entonces parece clara: si quieres ser un buen padre, sé un gran marido. Si quieres ser una buena madre, sé una gran compañera para tu marido. Esto que parece simple, en la práctica no lo es. 

Cuando un matrimonio reacciona a tiempo y recupera lo bello de su amor, los primeros en darse cuenta son los hijos. 

Aunque  sean  pequeños se  fijan  en  miradas, gestos,  modos  de  actuar,  palabras,  reacciones  desproporcionadas,  .....  o  lo  positivo  cariño,  demostración  de  interés, modos  de  saludar  de  llegar  a  casa,  de  saber  a  lo  largo  del  día  de  su familia,  detalles,  ayuda  en el hogar,  preocupación,  diálogo  natural  exquisito........

Los  hijos  recogen  el  resultado  de  la  relación  conyugal  de  sus  padres,  la  ignorancia,  el  convivir  por  convivir.... es  veneno  para  ellos  y  huyen  con  sus  amigos  o  con  familiares  donde  encuentran  cariño.

En  verano  se  convive  más..... y  todo  ésto  es muy  significativo  para  hacerles  crecer  en  seguridad......  tanto  en  el  padre  como  la  madre  es  esencial  cuidar  la  unidad  de  la  familia;  como  uno  de  ellos  tenga  planes  ajenos......  malo,  se  sale  del  camino  de  una  verdadera  unión.....y  hoy  el  ser  independiente  no  se  puede  ser  en  ciertos  momentos.....porque  si.

Cuidar  todo  lo  que  pueda  hacer  sufrir  a  los  hijos,  porque  en  definitiva  los  padres  son  los  responsables  de  los  hechos,  modos  de  actuar  de  ellos  en  el  futuro.