EL VERANO Y EL TIEMPO LIBRE
El verano, paradójicamente, es tal vez la época más difícil del año. Muchos lo esperan como agua de mayo y en ocasiones aporta más problemas que soluciones. Uno de los principales es el periodo vacacional de los niños.
El verano y el tiempo libre pueden convertirse en una pesadilla si no se gestionan correctamente. Los niños ansían este periodo y sueñan con él. Los mayores habrán generado expectativas de lo que podrán hacer y a los más pequeños les basta con saber que las mates, la lengua y las ciencias terminan.
Los niños notan el cambio; por otro lado, para muchos padres es un verdadero agobio encontrar actividades que ocupen la enorme cantidad de tiempo libre que tienen sus hijos. Cada vez más voces se levantan para recordar que el aburrimiento y el “no saber qué hacer” son imprescindible para el desarrollo mental, motor y creativo de los niños. Cuando tu hijo te dice que se aburre ¿qué sientes? ¿pena o agobio? ¿sensación de mal padre? No te dejes engañar, no eres mala madre porque tu hijo se aburra.
Prepárate para lo que viene. ¿Piscina? Sí. ¿Amigos? Sí. ¿Aburrimiento? También. Compra materiales o facilita elementos de la casa con los que puedan investigar (especies para pintar, harina, pan, lana, cajas de zapatos, botones, etc.). Cuidado, no significa que tu les des las ideas. Debemos facilitarles, no programarles.
Tienen que despertar sus propios recursos como el interés, la creatividad, la alegría, la curiosidad y la motivación para probar actividades nuevas. Lecturas, juegos educativos......
Es un saber entretener sin estar encima, que ellos solos realicen o elijan lo que más les gusta en su tiempo libre.