PODEMOS VIVIR BIEN LA NAVIDAD, SABIENDO QUE HAY CRISTIANOS ....
Los cristianos perseguidos en Irak por el Estado Islámico
Había 2 millones y ahora hay apenas 250.000. Son los números de un auténtico éxodo. Hace diez años tampoco era sencillo vivir en el país que evangelizó Santo Tomás en el siglo I, pero los cristianos aún representaban una parte importante de la sociedad iraquí.
Ahora, no tienen fuerzas para quedarse y tampoco quieren tras las brutales agresiones de los terroristas del Estado Islámico. Sin embargo, hay algo que la violencia no ha podido quitarles, la fe.
FAMILIA
"Tenemos mucha fe en Dios, nuestro Padre, y la mantendremos hasta que volvamos a casa”.
REFUGIADA
"Con la ayuda de Dios tenemos aún esperanza. Sobre todo, esperanza de volver a Qaraqosh”.
Más de 400.000 personas han huido al norte de Irak. 70.000 han llegado en pocas semanas a la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, una región autónoma.
No tienen nada y viven en condiciones precarias. Los jardines de la parroquia Mar Yusef de Erbil se convirtieron en un improvisado campo de refugiados.Hay 160 familias en 64 tiendas. Llevan aquí 5 meses y su situación está lejos de mejorar.
DOUGLAS BAZI
Párroco Mar Yusef
"Ahora llega Navidad y todo está más bonito pero, ¿qué pasará cuando termine la Navidad?”
PATRIARCA LOUIS RAPHAEL SAKO
Patriarca Caldeo
"Es una situación miserable. Viven 10 personas en un lugar pequeño, sin trabajo... la presión psicológica es terrible”.
En estas condiciones, es difícil plantearse cómo celebrar la Navidad. Sarmad Kallo es un fraile dominico que tuvo que huir de Qaraqosh. También es refugiado en Erbil y dice que, como Jesús nada más nacer, los cristianos de Irak también están siendo perseguidos.
SARMAD KALLO
Fraile dominico
"El cristianismo ha nacido en un pesebre, ha nacido pobre y hoy nosotros somos pobres así que la Navidad hoy está realmente con nosotros, en nuestra casa. Cristo va a nacer entre nosotros, va a partir de esta pobreza que vivimos hoy. Él ha vivido como un salvador pero al mismo tiempo ha sido perseguido y nosotros estamos siendo perseguidos por Él, por su causa. Así que, vamos a celebrar la Navidad”.
Serán unas fechas difíciles también aquí, en el Ainkawa Mall. En otras circunstancias, este lugar estaría lleno de luces de Navidad y de familias buscando regalos. Pero ahora es el refugio de más de 400 familias totalmente pobres. Comparten baño y se hacinan en pequeños habitáculos casi sin luz. Muchos de estos cristianos provienen de Mosul donde, por primera vez en 1.500 años, las campanas de las iglesias no pueden repicar.
"Somos de Mosul. A las 6 de la mañana recibimos un mensaje: o pagábamos el impuesto, porque somos cristianos, o nos cortaban la cabeza. Nos vimos obligados a irnos y en la frontera, nos robaron los coches, el dinero y todo”.
El Estado Islámico ha invadido en Siria e Irak una extensión equivalente a Jordania. A su paso, han asesinado, amenazado y perseguido a los cristianos.
Conscientes de que quizá no encuentren nada en sus ciudades, estos refugiados lo único que desean es volver algún día a sus hogares, la tierra entre el Trigris y el Eúfrates, una tierra de profundas raíces cristianas.
Rezar por la fortaleza de su fe que es la que les ayuda a vivir día a día.
Ser generosos en las colectas que hay estos días, en las misas por ellos.
Dar gracias por lo que tienes y ellos no tienen.
Ofrecer detalles que te puedan molestar, y comparado con ésto no tiene importancia.
Vivir una Navidad compartida, no egoísta.
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