REDES SOCIALES, PARTE DE NUESTRA VIDA....PRECAUCIONES.

Desde hace unos años las redes sociales se han convertido en parte de nuestra vida. Por ello es importante no dejar de reflexionar sobre su uso responsable y hacer un continuo examen  sobre cómo y para qué las estamos utilizando.

Gran parte de nuestros amigos se enteran de las cosas que nos pasan, de nuestros pensamientos y opiniones a través de nuestras cuentas de Twitter, Instagram, Facebook, Snapchat etc… Estas sin duda, son una excelente herramienta para mantenernos en contacto con personas a quienes no vemos hace mucho tiempo, para comunicarnos con nuestra familia, e incluso para conocer nuevas amistades. Pero es muy importante recordar los riesgos de un uso apresurado e irreflexivo de las mismas, pues podemos estar poniendo en peligro nuestra integridad o difundiendo una imagen distorsionada de quienes somos hasta ocasionarnos serios perjuicios.

Para hacer memoria de algunos datos clave este video nos entrega unos tips muy importantes que creo nos pueden ayudar a salvaguardar nuestra privacidad y a establecer límites claros para un uso adecuado de las redes sociales.

No se trata de caer en paranoias o delirios de persecución, pero sí es muy importante que no seamos ingenuos, que seamos  realistas y estemos conscientes de los riesgos a los que nos exponemos al poner información muy personal a la vista de todos.Las redes sociales pertenecen a un entorno virtual, esto quiere decir, no necesariamente real, y por lo tanto la información que allí encontramos puede no corresponder a la realidad y a la verdad. Para ello es importante que privilegiemos el contacto personal, el diálogo, el encuentro, que nos permite conocer verdaderamente a las personas con quienes nos relacionamos, quiénes son y lo que buscan de nosotros.

Nos ayudará además tener en cuenta si lo que publicamos es realmente importante o no y digno de ser comunicado. Recordemos la cita del evangelio de San Lucas: “De lo que rebosa el corazón habla la boca”. Hagamos pues de las redes sociales un uso adecuado que corresponda a lo que ellas son, una herramienta para establecer lazos con otras personas y no una vitrina de nuestra intimidad.