APRENDER A HABLAR EN POSITIVO "FUERA QUEJAS"
El hábito de quejarse continuamente es nefasto. Uno se acostumbra a poner más atención a lo que no funciona o amenaza su bienestar. Y eso se traduce en más estrés e insatisfacción vital.
Está claro. Tan sólo eliminando las quejas de tus expresiones cotidianas, ya le estarías haciendo un favor a tu salud.
Sin embargo, eliminar todas las quejas cuando uno está tan habituado a echarlas al aire es muy, muy difícil. A veces te das cuenta de que te has quejado a posteriori, cuando ya has enterado al mundo de lo fastidiado que estás.
Dímelo a mí. hay días en los que no me aguanto ni y a mi misma. Siempre hay motivos para no estar de acuerdo con lo que pasa o nos ocurre. (¿Ves? Ya me estoy quejando.)
Es un hábito. A quien lo tiene enraizado, le sale la queja automáticamente.
Por una cuestión de supervivencia. Somos animales (racionales). Y, ante cualquier estímulo peligroso o doloroso, se activa ese mecanismo de defensa para protegernos del mismo.
Para desahogarse. Es como cuando te rascas un picor. Al principio te alivia. Pero, si te pasas rascando, te dejas la zona en carne viva. Se juntan dos personas que comparten la misma queja y conectan enseguida. Nunca falla. ¿A que te sientes muy cercano a la persona que expresa tu mismo malestar?
Huir de los quejosos, buscar formas de pensar en positivo antes de hablar, "el tengo que" (es una obligación) a "voy a hacer" Lo haces porque quieres. Por la razón que sea, pero quieres. Esto quita mucha carga negativa, sino es como si lleváramos una piedra grande en nuestro caminar.
Las palabras y expresiones que dices a diario influyen en cómo te sientes. Y cómo ves tu trabajo, tus relaciones, tus deberes....hazlos con gusto, hay mucho mas de positivo que de negativo. Prueba a ver.
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