LIBRO CON VALORES
La Fundación Troa, ha convocado el IV Premio Troa, "Libro con valores" y ha recaído en:
"El final de Sancho Panza y otras suertes" de Andrés Trapiello, editado en Impedimenta.
Comienza la acción de esta novela en la mañana en que, tras el fallecimiento de don Quijote, su sobrina y el ama abandonan para siempre la casa de los Quijano en el pueblo manchego de nombre deliberadamente olvidado. Con ellas van el marido de la sobrina, el bachiller Sansón Carrasco, y Sancho Panza, que tras muchas dudas se une al grupo porque su pueblo se le ha quedado pequeño tras su etapa de escudero andante.
La obra narra el recorrido de los viajeros hasta su primer destino, Sevilla, donde se proponen gestionar su embarque a las Indias. Después se describe la accidentada estancia en la capital andaluza, tan distinta del lugar de donde proceden y su viaje hasta tierras americanas, durante el cual sufren penalidades diversas, incluyendo el ataque de un corsario inglés. La última parte se refiera a su definitiva instalación en Arequipa (Perú) acogidos por unos bondadosos y adinerados parientes del bachiller. El extenso relato reproduce con fidelidad el espíritu de la narrativa cervantina en sus diversos aspectos, que el autor demuestra conocer en profundidad.
Me ha parecido interesante una entrevista que hacen a Enrique Redel, hablando sobre los libros en general.
Hace cinco años, Enrique Redel fundó con 30.000 euros una de las editoriales independientes más interesantes del actual panorama literario español:Impedimenta. En sólo un lustro ha conseguido colocar su sello en todas las mesas de novedades y en las bibliotecas de millones de lectores, por lo que ya se ha convertido en sinónimo de confianza. Este éxito se debe –además de al trabajo duro- a un Director Editorial que posee una virtud pocas veces repetible: olfato para editar excelentes obras literarias.
¿Cuál es el criterio principal del catálogo de Impedimenta?
Calidad, estética cuidadísima, y una propuesta que despierte la curiosidad del lector, más que su afán “canónico”. No quiero publicar “lo mejor” de cada tradición, sino libros que yo me compraría, que amaría comprar. Tenemos que transformar la labor editorial en una propuesta casi necesaria, frente a la fuerza de otras propuestas culturales.
¿Qué es un libro que no se lee?
Una de dos, o malo, o una oportunidad histórica perdida. Los libros nacen y mueren todo el rato, y las leyes de selección natural a veces son algo antinaturales.
¿Qué es el libro para usted?
Es algo complicado. Es un cápsula de información. Algo que queda, que te acompaña, y que puedes transportar contigo, legar, que te sobrevive. Es una propuesta personal, humilde o ambiciosa, que supone un artefacto cultural de tal envergadura que ha cambiado la historia del ser humano. No seríamos quienes somos sin libros, es evidente.
¿Qué opina de ese fenómeno que es la Feria del Libro?
Es un momento maravilloso. En el Retiro se congrega una energía increíble, y de pronto leer se convierte en algo festivo, carnal, casi diría que suprahumano. Me encanta ver mucha gente interesándose por libros, tocándolos, preguntando, actuando como quien elige un amante.
¿Qué género predomina en sus baldas?
Narrativa traducida, sobre todo. Y últimamente historia contemporánea, historia de la ciencia, poesía inglesa y muchos cómics (antes los tenía arrumbados por ahí, he sido lector de cómics antes que de libros, pero desde que los editan tan bien, los tengo todos ordenadísimos).
¿Cómo se debe leer: en voz baja o en voz alta?
En voz baja siempre, y con cierto silencio, algo que falta cada vez más en un mundo conhorror vacui endémico.
Quién le enseñó a leer?
Mi madre. Me enseñó a leer mi madre. Leíamos letreros por las calles. Aprendí a leer muy pronto.
El libro es perfecto. Intentar decir que el libro electrónico acabará con el libro en papel es como decir que el ascensor acabará con las escaleras. Por otro lado, es una lástima utilizar toda esa tecnología casi galáctica para leer texto corrido.
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