DESOLACIÓN EN MILES DE MIGRANTES.......

 Las imágenes  vivas  que  vemos  en  esos  campos  de migrantes  acinados  de  gentes,  metidos  en  esos  campamentos de plástico,   húmedos,  llenos  de  barro,  haciendo  colas  para  poder  comer,  desnutridos,  cansados,  abandonados  a  toda  suerte,  con  una  impotencia  de  no  saber  que  va  a  ser  de  sus  vidas.......¿cómo  lo  contemplamos?  algo  pasajero?  si  ahí  esta  pero  a  la  siguiente  noticia  ya nos  hemos  olvidado...... o  por  lo  menos  rezas  algo  por  ellos  porque la  situación  según  la  prensa  de  hoy  es  esta:

 
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, más el primer ministro turco, tratarán de cerrar el principio de acuerdo alcanzado el 7 de marzo para que Turquía acepte la devolución de los "migrantes irregulares" que hayan llegado a Grecia y para que Erdogan y Davutoglu se comprometan a combatir a las mafias criminales que cobran miles de euros a familias que huyen de la guerra para cruzar las fronteras de forma irregular.  No podrá cogerse a toda la gente que ha llegado y devolverlas en camiones, ferris o aviones sin preguntar quiénes son o cómo han llegado. (Esta  noticia,  me ha  costado  encontrarla,  por  delante  pasa  nuestra  política,  independentismo, deportes... etc)
Ellos,  los  migrantes,  en  manos  de  gobiernos  que  los  manejan  como  si  fueran  objetos. Tienen  derecho  a  vivir  dignamente,  a  que ellos  no  sean  abandonados  por  culpa  de  los  gobiernos.
Decía  ayer  Papa  Francisco: "nosotros podemos vivir a veces una especie de exilio, cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hacen pensar de haber sido abandonados por Dios. Cuántas veces hemos escuchado esta palabra: “Dios se ha olvidado de mi”.

 Muchas veces personas que sufren y se sienten abandonadas. Y cuántos de nuestros hermanos en cambio están viviendo en este tiempo una real y dramática situación de exilio, lejos de su patria, en sus ojos todavía las ruinas de sus casas, en el corazón el miedo y muchas veces, lamentablemente, ¡el dolor por la pérdida de personas queridas! En estos casos uno puede preguntarse: ¿Dónde está Dios?
 ¿Cómo es posible que tanto sufrimiento pueda golpear a hombres, mujeres y niños inocentes? Y cuando tratan de entrar en otra parte les cierran la puerta. Y están ahí, al límite porque tantas puertas y tantos corazones están cerrados. Los migrantes de hoy que sufren el aire, sin alimentos y no pueden entrar, no reciben la acogida. ¡A mí me gusta mucho escuchar, cuando veo a las naciones, los gobernantes que abren el corazón y abren las puertas!
El profeta Jeremías nos da una  respuesta. El pueblo exiliado podrá regresar a ver su tierra y a experimentar la misericordia del Señor. Es el gran anuncio de consolación: Dios no está ausente, ni siquiera hoy en estas dramáticas situaciones, Dios está cerca, y hace obras grandes de salvación para quien confía en Él. No se debe ceder a la desesperación, sino continuar a estar seguros que el bien vence al mal y que el Señor secará toda lágrima y nos liberará de todo temor.
 Por eso Jeremías da su voz a las palabras del amor de Dios por su pueblo: «Yo te amé con un amor eterno, por eso te atraje con fidelidad. De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente» (31,3-4).
El Señor es fiel, no abandona en la desolación. Dios ama con un amor sin fin, que ni siquiera el pecado puede frenar, y gracias a Él el corazón del hombre se llena de alegría y de consolación."

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