LA JUVENTUD NO ES UN TIEMPO DE LA VIDA.......
A veces la edad cronológica no nos define porque podemos parecer más o menos jóvenes. Cuántas personas parecen más mayores de lo que realmente son o al contrario, porque su estilo de vida, su forma de vestir, sus actitudes, sus aficiones, llegan a despistar sobre cuántos años pueden llegar a tener.
La edad está en cada uno de nosotros, en nuestra disposición, en nuestra forma de vivir, en querer ser joven en todo momento y en demostrarlo. Hay jóvenes ancianos y ancianos muy jóvenes, que nos dan mil vueltas a los demás. Activos, dinámicos, con ganas de salir, de trabajar, etc…,con una vitalidad que muchos envidiamos.
Los años biológicos pasan porque no podemos cambiar el ritmo de nuestra vida, pero los años de la mente o del corazón siempre que cultivemos la juventud seguirán siendo nuevos, con experiencia pero siempre con la ilusión de querer emprender, de querer hacer cosas.
Cuando uno para de tener sueños, ilusiones, de aprender nuevas cosas, de cuidarse etc…entonces es como si frenara su juventud. Está comprobado que cuando dejamos de hacer, cuando nos abandonamos en todos los sentidos, los años llegan a nosotros, y se quedan y nos marcan.
Los años no pasan en balde, y a veces se han vivido muy intensamente, con lo que luego ese haber hecho pasa factura, los dolores surgen, los problemas ahí están, pero es en nuestra disposición sobre cómo debo afrontarlos, cómo superarlos lo que nos define como jóvenes.
Como se suele decir “la pila” se va agotando, pero la recargamos con ganas, con el querer seguir adelante. Pararse y decir “no puedo”, no es la solución. La vida merece vivirse siempre con alegría, con esperanza y con ganas de superarse.
Por eso me gusta tanto la imagen que he encontrado y el texto: “No me importa cómo me vean los demás, lo importante es como me veo yo”. La imagen habla sola.
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