HACE FALTA DIOS??????
¿Para qué hace falta Dios? Es una pregunta que puede surgir en algunos momentos de nuestra existencia y que de hecho si quieres ayudar a una persona, te la dice.
Y es que, cuando en la vida navegamos como en un mar en calma, la sensación de ser los capitanes de nuestro propio barco puede llevarnos a dudar incluso de Dios. Sin embargo, basta poco para que comprendamos que la nave que guiamos es muy frágil. Una enfermedad, problemas en la familia, un amor no correspondido o la sensación de que nada nos llena completamente son experiencias capaces de arrojar una sombra sobre todo lo que nos rodea.
El escritor C.S. Lewis interpretaba esos momentos de dolor –físico o interior– como una llamada fuerte de Dios. “Dios nos susurra en nuestros placeres –decía–, nos habla en nuestra conciencia, pero grita en nuestro dolor; el dolor es su megáfono para despertar a un mundo sordo”[2].
Efectivamente, Dios nos acompaña siempre y sus consejos en la vida ordinaria nos llegan como un susurro. No se impone, sino que propone. Por eso, no resulta extraño que el ruido interior, las preocupaciones o los intereses que ocupan nuestro espíritu lleguen a esconder Su voz. Simplemente, nos olvidamos del Señor y lo arrinconamos en nuestro interior. Nos volvemos sordos. Aun así, aunque Dios no desee ni provoque nuestro dolor, vuelve para acompañarnos en el momento de la prueba, pues no nos abandona nunca.
Pero quien desea encontrar al Señor en su vida ordinaria no necesita esperar una gran tragedia para obtener el consuelo de Dios, sino que las pequeñas decepciones, desánimos, quejas o contrariedades de cada jornada serán oportunidades para buscar Su ayuda.
Y verás cómo si que hace falta Dios!!!!!!!!