LAS PEORES LÁGRIMAS.......
“Las peores lágrimas son las de la impotencia”.
¡Qué palabras tan reales! Cuántas veces nos hemos sentido todos nosotros alguna o varias veces impotentes, sin el poder necesario para hacerle frente a las diversas situaciones desagradables, situaciones difíciles de sobrellevar, enfermedades, carestía económica, infidelidad, maltrato, heridas, resentimientos, malas relaciones con los demás; es ahí cuando lo entendemos: las peores lágrimas son las de la impotencia.
Muchos de nosotros para ser sinceros, no sabemos cómo responder, nos sentimos desubicados, desorientados, nos toman por sorpresa las situaciones desagradables de la vida, nos asaltan y muchas veces nuestras fuerzas no son suficientes para poder hacerle frente a esta situación.
Es entonces cuando empezamos a sentirnos cansados; ya no tenemos fuerzas para vivir, empezamos a sentirnos tristes, desanimados, melancólicos, sentimos que el corazón nos pesa demasiado, tenemos sentimientos de angustia, como si nuestro corazón se rompiera en pedazos, como si ese golpe que recibimos produjera en nuestras vidas un sentimiento de no poder ser consolado por nada, nada te satisface, y se produce una desesperanza.
Es entonces cuando empezamos a sentirnos cansados; ya no tenemos fuerzas para vivir, empezamos a sentirnos tristes, desanimados, melancólicos, sentimos que el corazón nos pesa demasiado, tenemos sentimientos de angustia, como si nuestro corazón se rompiera en pedazos, como si ese golpe que recibimos produjera en nuestras vidas un sentimiento de no poder ser consolado por nada, nada te satisface, y se produce una desesperanza.
Los estados de ánimo son tan variables como las diferentes expresiones del arco iris: a veces éste tiene diferentes colores, y a veces se empalma un color con otro: a veces el violeta se empalma con el naranja, y el naranja con el blanco, y el blanco con el verde, y cada uno de ellos van cambiando de color conforme a los prismas que se forman por los rayos del sol.
Así a veces en nuestras vidas se empalman diferentes situaciones emotivas y a veces ya no podemos, queremos “tirar la toalla”;Estas situaciones ocasionan en nuestras vidas que no encontremos respuesta, nos sintamos abatidos y con desánimo, pero cuando éste se vuelve continuo y se vuelve un estado de ánimo negativo, produce la pérdida de la esperanza.
La fuerza viene de la mente, de que pienses en positivo, de no dar mucha importancia a lo que pasó (no des vueltas) enfréntate con ese "gigante", no te achiques, respira hondo y dí " puedo, puedo, puedo..."
Hay que vencer la parte emocional, que siempre nos derrumba, soplaaaa