SABIO NOVELISTA


La Fundación José Manuel Lara ha reeditado muy oportunamente La sombra del tiempo, de Carlos Pujol (1936-2012), con ocasión del homenaje dedicado en enero de 2017 a este sabio novelista, poeta, aforista, ensayista, traductor y editor, miembro durante décadas del Premio Planeta.

 Las Jornadas homenaje “Carlos Pujol, humanista contemporáneo” organizadas con motivo del quinto aniversario de su fallecimiento, se han celebrado en la Universitat Internacional de Catalunya, de la que fue profesor de literatura. Pujol publicó nada menos que cincuenta obras de creación propia y más de ochenta traducciones de la literatura francesa (Ronsard, Baudelaire, Gautier, Proust, Simenon, entre otros) e inglesa (Shakespeare, Defoe, Henry James, Browning, Dickinson, etc.).



La sombra del tiempo hará disfrutar a los amantes de la buena literatura con una obra que tiene por protagonistas a la ciudad de Roma y a Clara, una joven aristócrata francesa que llega a la Ciudad Eterna huyendo del Terror de la Francia revolucionaria. Con erudición disimulada, la obra se desarrolla en un contexto histórico y cultural minuciosamente elegido: 
Roma durante el invierno de 1799 y en vísperas de la llegada de las tropas francesas, tal como la ciudad es recordada años después por la protagonista. Esta Roma de finales del Siglo de las Luces, que acusa el impacto de la Revolución Francesa y el fin del Antiguo Régimen, es más que un escenario exánime, es por sí misma un personaje inolvidable que contagia e impregna de dulce melancolía los recuerdos de la narradora, donde se mezclan armónicamente el arte y la vida.
La música, la poesía y la arquitectura son motor de la evolución vital de la protagonista y de su complejo reencuentro con la ciudad que había soñado gracias a las Vedute di Roma, los grabados de Piranesi que le mostraba su padre cuando era niña. Realidad y ficción se entrelazan también armónicamente en la interacción entre personajes históricos y ficticios.
 Entre los primeros destacan el cardenal de Bernis, antiguo embajador francés en Roma, y san Benito José Labre (“il santo”), patrón de vagabundos, mendigos y peregrinos, que en la obra es un escurridizo trotamundos con fama de milagrero. Aparecen también fugazmente otros personajes históricos como el embajador español Nicolás de Azara; el papa Pío VI, que morirá en el exilio; José Bonaparte y, bajo un nombre ficticio, el poeta Lord Byron.
La novela es una cordial invitación a vivir unas horas en la Roma de 1799, dejarse llevar por una atmósfera romana reconstruida con tanta precisión como disimulo y reflexionar sobre el poder y la libertad, el arte y el paso del tiempo, como en una conversación de un paseo entretenido por una ciudad histórica y poética, artística y mística.
 El lector curioso puede descubrir las entretelas de la novela en la web del Fondo Personal Carlos Pujol, donde encontrará cartas que recibió el autor con motivo de la publicación de la novela, reseñas y estudios críticos, el retrato de personajes históricos y hasta la traducción de las expresiones latinas empleadas por algunos personajes de la novela.

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