VIRGEN DOLOROSA


Este viernes hay un recuerdo especial para la Virgen de los Dolores, que acompañó a Jesús en la Pasión. De su mano queremos entrar en estos días de preparación última a la Semana Santa. 


 El Viernes de pasión, antiguamente memoria de la Virgen de los dolores, es como el pórtico para comenzar a meternos en las escenas del Evangelio que narran la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y preguntarnos cómo vamos a vivir estos próximos días de una manera especial. Será ésta una Semana Santa eucarística, de acción de gracias por la Redención, especialmente el Triduo pascual, con jueves santo, el día que Jesús se nos da todo Él en este Sacramento, el viernes cuando se entrega a la pasión y muerte por amor, y el Domingo de Resurrección, el día que Jesús ha hecho nuevas todas las cosas? Y como siempre, lo mejor para acompañar de cerca al Señor, para contemplarle y demostrarle un amor con propósitos de conversión, es hacerlo con la Virgen de los Dolores.

Esta  advocación  no  está  puesta  en  el  calendario  litúrgico  como  tema  de  que  Ella  acompaña  a  su  Hijo  en  la  Pasión.....  no. La  vida  de  la  Virgen  fue  una  historia  de  acontecimientos  duros....desde  el  Nacimiento  de  su  Hijo en  un  pesebre,  a  huidas,  a  entender  que  su  Hijo  era  el  Hijo  de  Dios  y  por  eso  había  situaciones  que  Ella  no  comprendía....  pero  Ella  Stabat!!!  como  dice  la  canción  litúrgica  Stabat  Mater  Dolorosa.....  Estaba  de  pie  al  lado  de  la  Cruz,  y  de  todas  las  cruces  que  tuvo.
Sentía  como  nosotros,  y  a  su  corazón  le  llegaban  grandes  dolores.
Esos  Dolores,  que  tu  y  yo  ponemos  hoy  bajo  su  manto,  para  que  también  sepamos  estar  de  pie,  no  quejándonos,  ni  haciendo  tragedia  de  lo  que  nos  sucede.....  Pídamosle  esa  entereza,  que  Ella  vivió  y   nos  entenderá.

Para hacer una buena fotografía se requiere un encuadre adecuado, enfocar bien el campo visual, un punto de vista adecuado. Pues para vivir la Semana Santa el mejor ángulo de encuadre es el corazón de la Santísima Virgen, meternos en su corazón y desde allí acompañar a Jesús. 

Ella nos dice que hagamos lo que su Hijo nos diga. Es bueno que pensemos qué es lo que Jesús nos dice con su Pasión, y al contemplar lo mucho que Jesús nos quiere hasta morir crucificado por nuestra salvación, nos vendrá a la cabeza,  Jesús ha hecho esto por mí... yo, ¿qué hago por Jesús? 
Y de ahí salen propósitos de correspondencia: puesto que la causa de la muerte de Jesús son mis pecados, voy a vivir en gracia de Dios acudiendo al sacramento de la confesión. Voy a acompañar a Jesús de la mejor manera: que Él esté conmigo, y huyendo de las ocasiones de pecado, acudiendo a la Virgen en las tentaciones, reaccionando con prontitud como han hecho los santos: “¡Aparta Señor de mí lo que me aparte de Ti!”

Entradas populares de este blog

UNA ROSA EN EL LODO

DEJAR HUELLA