ALEXANDER
Ayer por la tarde asistí a la presentación de un libro que llamó mucho la atención, quizá porque sabemos muy poco de este personaje de la historia de España, ALEJANDRO FARNESIO.
El escritor es Luis de Carlos, sobrino mío, al cual admiro, por su capacidad de trabajo, de estar en múltiples actividades, y ya lo más ha sido el accidente de Pilar su mujer, donde gracias a Dios, después de una lucha imparable y sostenida, va saliendo adelante, y estaba sentada en la primera fila.....como dijo Luis un poco causante de esta obra porque fue por un regalo que le hizo de "Historiadores de España" y se encontró con Alejandro Farnesio, y ya todo lo que os cuenta está en lo escrito abajo.
Gracias Luis, porque como le decía anoche a tu padre, eres un "disfrutón de la vida"· Das ejemplo de muchos valores.
«Leyendo sobre él me di cuenta de que era un personaje poco tratado por la historiografía y al que no se le había hecho justicia. Investigando quedé pronto fascinado por un militar que se entregó en cuerpo y alma al Imperio español», explica Luis de Carlos, doctor en Derecho y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, que acaba de publicar «Alexander: La Extraordinaria historia de Alejandro Farnesio» (Crítica).
Una minuciosa biografía sobre un personaje que participó en los principales acontecimiento de la segunda mitad del siglo XVI, de Lepanto a las Guerras de Religión en Francia. «Su personalidad es muy atractiva. Con mucho carácter, inteligente y grandes dotes militares; fue un general extraordinario y, al mismo tiempo, un hábil diplomático», apunta De Carlos, que presentó ayer su libro en la Fundación Carlos de Amberes.
Biznieto del Papa Pablo III por vía paterna y nieto del Emperador Carlos V por la materna, Farnesio se situó en la primera línea política de los Países Bajos, tras la prematura muerte de Don Juan de Austria. «Cuando llegó se encontró una situación realmente difícil. Solo con una hábil estrategia militar y diplomática logró recuperar buena parte de los Países Bajos. Lo consiguió gracias a su autoridad entre los militares, el pueblo y los aristócratas», señala De Carlos sobre un hombre considerado «el mejor general de su época». El autor de esta biografía recuerda, además, que «la actual Bélgica solo se entiende con los tratados que salieron adelante en su gobernación»,
Farnesio estaba camino de recuperar todas las provincias cuando Felipe II entró en escena. Las empresas de Inglaterra y Francia desviaron recursos y envenenaron las relaciones. «El Rey le consideraba casi un hijo, hasta que la relación se torció con la campaña en Inglaterra y, definitivamente, con la de Francia. Farnesio se atrevía a decir al Monarca lo que nadie le decía en alto».