LA INFANCIA DEL FUTURO TENDRA UN ROSTRO AFRICANO

En 1950, solo uno de cada diez niños del mundo vivía en África; en cambio, en 2050, el 37% de todos los menores de 18 años serán africanos.

La población africana es más joven que la del resto del mundo. El 47% de la población africana tiene menos de 18 años. Y en quince países del continente la proporción supera el 50%. En consecuencia, para mediados de este siglo, la edad media de la población africana será de 25 años, mientras que la del conjunto mundial habrá subido a 36.
En 2050, el 37% de los menores de 18 años serán africanos
Casi mil millones de niños vivirán en África hacia mediados de siglo. En 2050, el 41% de los nacimientos, el 40% de los menores de cinco años y el 37% de los menores de 18 serán africanos. Y su población total de menores de 18 años aumentará de los 547 millones en2015 a 909 millones en 2050.




 El aumento de mujeres en edad de concebir y la alta fertilidad impulsan el crecimiento. El aumento de nacimientos en África es consecuencia de que el número de mujeres en edad de concebir se ha multiplicado por cinco desde 1950, hasta 280 millones en2015. A esto hay que unir una fecundidad más alta: la mujer africana tiene una media de 4,7 hijos, muy por encima de la de Asia (2,2) y la del conjunto del mundo (2,5).

El informe de UNICEF hace notar que esta evolución de la población africana da al continente una buena oportunidad para obtener en este siglo un “dividendo demográfico”: al expandirse la población en edad de trabajar y reducirse las tasas de dependencia, puede surgir un periodo de rápido y sostenido crecimiento económico, como ya sucedió en otras regiones.

Pero la consecución de este dividendo demográfico exige invertir ahora en esos niños, especialmente los más desfavorecidos, para que puedan ser mañana los agentes que rompan el ciclo de pobreza y falta de equidad.
En particular, sería prioritario facilitar la educación de las niñas. Actualmente, las mujeres africanas son las que presentan más altas tasas de fertilidad en la adolescencia (98 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15-19 años), más del doble de la tasa mundial (45). Para reducir esa tasa, habría que terminar con los matrimonios de mujeres de menos de 18 años. La experiencia demuestra que las mujeres que han recibido más educación, se casan más tarde, espacian más sus nacimientos y es más probable que consigan que sus hijos permanezcan en la escuela.

En estos días la epidemia de ébola en algunos países del continente parece asociar las imágenes de África y muerte. Pero de África viene sobre todo la vida, con esa abundancia de niños que aparecen en las fotografías de cualquier calle africana.

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