QUE TUS ÁNGELES TE ACOMPAÑEN......
Ayer celebraba la iglesia, la fiesta de los Santos Ángeles de la Guarda.
Una devoción que parece que es para los niños.... y noooo..... el ángel de la guarda nos lo da Dios al nacer para que nos cuide y nos proteja en nuestro caminar.
Un regalo, que en ocasiones se nos hace patente, porque nos libra de peligros o nos hace favores.. Saber rezarle al emprender un viaje, para que nuestros ángeles nos acompañen
Son en el cielo, como esos pájaros gorriones que vuelan de un lado a otro en busca de compañía..... millares y millares...tanto como personas hay aqui en la tierra.
“Cada uno de nosotros tiene uno” que “nos acompaña” porque “el Señor se lo ha dado a todos”, explicó ayer el Papa Francisco. Pero para escucharlo uno debe ser dócil: “el cristiano debe ser dócil al Espíritu Santo. La docilidad del Espíritu Santo comienza con esta docilidad a los consejos de este compañero de camino”, añadió después.
“Y cuando nosotros, por ejemplo, hagamos una maldad y pensemos que estamos solos: no, él está”, manifestó.
Una devoción que parece que es para los niños.... y noooo..... el ángel de la guarda nos lo da Dios al nacer para que nos cuide y nos proteja en nuestro caminar.
Un regalo, que en ocasiones se nos hace patente, porque nos libra de peligros o nos hace favores.. Saber rezarle al emprender un viaje, para que nuestros ángeles nos acompañen
Son en el cielo, como esos pájaros gorriones que vuelan de un lado a otro en busca de compañía..... millares y millares...tanto como personas hay aqui en la tierra.
“Cada uno de nosotros tiene uno” que “nos acompaña” porque “el Señor se lo ha dado a todos”, explicó ayer el Papa Francisco. Pero para escucharlo uno debe ser dócil: “el cristiano debe ser dócil al Espíritu Santo. La docilidad del Espíritu Santo comienza con esta docilidad a los consejos de este compañero de camino”, añadió después.
“Y cuando nosotros, por ejemplo, hagamos una maldad y pensemos que estamos solos: no, él está”, manifestó.
“Un amigo que no vemos, pero que escuchamos”. Un amigo que un día “estará con nosotros en el Cielo, en la alegría eterna”.
“Sólo pide que lo escuchemos, que le respetemos. Solamente esto: respeto y escucha. Y este respeto y escucha a este compañero de camino se llama docilidad”.
Para ser dóciles, aconsejó el Papa, hay que hacerse pequeño, como niños.
“Pidamos hoy al Señor la gracia de esta docilidad, de escuchar la voz de este compañero, de este embajador de Dios que está junto a nosotros en Su nombre, que nos sostiene con su ayuda”.
Ángel de mi guarda dulce compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día.... hemos rezado desde pequeños, y ahora más hay más peligros.
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