DESDE LA ISLA DE LESBOS


No  puedo  dejar  de  trasmitir, lo  que  ha  sido  la  jornada  de  hoy  del  Papa Francisco,  que  ha  salido  como  siempre  a  levantar  las  conciencias  para  poner  remedio  a  este  auxilio.  Ha  sido  muy  impactante,  la  visita  a  los  refugiados  cómo  se  Le  veía  conmocionado  con  algunos  de  ellos  que  lloraban  de  impotencia  y  reclamaban  su  bendición  y  ayuda.
“Este es un viaje marcado por la tristeza”, explicó el Papa Francisco a los periodistas a bordo del avión rumbo a la isla griega de Lesbos, que recibe diariamente a cientos de refugiados principalmente de Medio Oriente.
En su saludo a la prensa, el Santo Padre señaló que este “es un viaje un poco diferente a otros. En los viajes apostólicos vamos a hacer tantas cosas: ver a la gente, hablar… hay también la alegría del encuentro. Este es un viaje marcado por la tristeza, esto es importante”.
“Es un viaje triste”, reiteró Francisco, pues “vamos a encontrar la catástrofe humanitaria más grande después de la Segunda Guerra Mundial”.
 El Papa Francisco alentó hoy a los miles de refugiados en la isla griega de Lesbos a no perder la esperanza y les aseguró que “no están solos” en su sufrimiento.
El Santo Padre llegó a Lesbos, que acoge a más de 4 mil refugiados, que en su mayoría huyen de la violencia en Medio Oriente, alrededor de las 10:20 a.m. (hora local). Tras la recepción en el aeropuerto, el Papa se reunió en privado con el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, a quien le indicó que “he venido a agradecer al pueblo griego por su generosidad”.
Concluido este encuentro, Francisco se dirigió al Campo de Refugiados de Moria, acompañado del Patriarca Ecuménico de Constantinopla (Turquía), Bartolomé I, y del Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II.
“Este es el mensaje que les quiero dejar hoy: ¡No pierdan la esperanza!”, les dijo el Papa a los refugiados en Lesbos, y que “he querido estar hoy con ustedes. Quiero decirles que no están solos”.
“En estas semanas y meses, han sufrido mucho en su búsqueda de una vida mejor. Muchos de ustedes se han visto obligados a huir de situaciones de conflicto y persecución, sobre todo por el bien de sus hijos, por sus pequeños. Han hecho grandes sacrificios por sus familias”, indicó el Papa.
Los refugiados, dijo, “conocen el sufrimiento de dejar todo lo que aman y, quizás lo más difícil, no saber qué les deparará el futuro”.
“Son muchos los que como ustedes aguardan en campos o ciudades, con la esperanza de construir una nueva vida en este continente”.
El propósito de la visita al campo de refugiados, señaló, es “para estar con ustedes y escuchar sus historias. Hemos venido para atraer la atención del mundo ante esta grave crisis humanitaria y para implorar la solución de la misma”.
La oficina de prensa de la Santa Sede señaló que la iniciativa del Papa Francisco de llevar con él a los refugiados sirios se realizó “a través de los contactos de la Secretaría de Estado con las autoridades competentes, griegas e italianas”.
“Los miembros de las tres familias son musulmanes”, señaló el Vaticano. Dos provienen de Damasco y una de Deir Azzor, en zona ocupada por el Estado Islámico.
“Sus hogares han sido bombardeados”, indicó la Santa Sede.
La acogida y manutención de las tres familias sirias estará “a cargo del Vaticano”, mientras que “la hospitalidad inicial estará garantizada por la Comunidad de San Egidio”, un numeroso movimiento de laicos dedicados a la evangelización y la caridad en Roma.

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