HACER BUEN USO DEL TIEMPO


 Hacer buen uso del  tiempo. Y eso… ¿para qué?  El  desorden  hace  que  cunda  menos,  e  incluso  hagamos  cosas  que  no  son  imprescindibles  en  ese  momento. Por  eso elaborar  horarios  y  así   se   hacen sitio a las rutinas saludables. 



Comer y dormir  a las  horas  habituales.  Hacer ejercicio, meditar, salir a pasear . El cuerpo y la mente lo notan.
Cuando te  sorprende un imprevisto o un cambio, acudir a un horario flexible (que tiene espacios libres) y reorganizan su esquema.
Es más estresante improvisar y tener las actividades revueltas: ¿Cuándo corchos voy a hacer esto?
Tener  un tiempo para descansar y divertirse. Y, por breve que sea, se respeta.
Practicar un  hobby o compartir   experiencias con sus personas favoritas. 
Hay  días borrascosos, como todo el mundo. Pero, al cuidarte y al hacer actividades que te gustan,  se  esta más relajado y contento. Su compañía es agradable (o más agradable que si vivieran en crispación permanente).
En la esfera laboral o profesional también se aprecia  la capacidad organizativa. Responde a sus compromisos con una buena ejecución realizada en el tiempo acordado, respetando así el tiempo de los demás. Eso da muchos puntos.
 En definitiva, alcanzar los objetivos personales o profesionales puede ser sólo una de las ventajas de aprender a hacer buen uso de nuestro tiempo.

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