HACER BUEN USO DEL TIEMPO
Hacer buen uso del tiempo. Y eso… ¿para qué? El desorden hace que cunda menos, e incluso hagamos cosas que no son imprescindibles en ese momento. Por eso elaborar horarios y así se hacen sitio a las rutinas saludables.
Cuando te sorprende un imprevisto o un cambio, acudir a un horario flexible (que tiene espacios libres) y reorganizan su esquema.
Es más estresante improvisar y tener las actividades revueltas: ¿Cuándo corchos voy a hacer esto?
Tener un tiempo para descansar y divertirse. Y, por breve que sea, se respeta.
Practicar un hobby o compartir experiencias con sus personas favoritas.
Hay días borrascosos, como todo el mundo. Pero, al cuidarte y al hacer actividades que te gustan, se esta más relajado y contento. Su compañía es agradable (o más agradable que si vivieran en crispación permanente).
En la esfera laboral o profesional también se aprecia la capacidad organizativa. Responde a sus compromisos con una buena ejecución realizada en el tiempo acordado, respetando así el tiempo de los demás. Eso da muchos puntos.
En definitiva, alcanzar los objetivos personales o profesionales puede ser sólo una de las ventajas de aprender a hacer buen uso de nuestro tiempo.